Tegucigalpa. – Tres muertos, varios heridos y personas afectadas por el gas lacrimógeno, es el resultado de los disturbios ocurridos la noche de este sábado en el Estadio Nacional de Tegucigalpa donde se celebraría el súper clásico capitalino entre el Olimpia y el Motagua.
Lo que sería una fiesta deportiva se convirtió en tragedia en una situación que hasta fue politizada y se reflejó el grado de confrontación que se vive en el país.
Todo comenzó cuando un grupo de pandilleros miembros de la barra Ultrafiel del Olimpia atacó a pedradas el autobús donde se desplazaba hacia el Estadio Nacional, lo que provocó que los jugadores Emilio Izaguirre, Jonathan Rougier y Roberto Moreira resultaron heridos.
En ese sentido, el autobús no ingresó al Estadio Nacional y se dirigió a una clínica para que atendieran a los jugadores heridos.
En ese momento, trascendió que el partido no se jugaría y fue cuando comenzaron los disturbios en las afueras de la instalación deportiva por lo que la Policía tuvo que utilizar gas lacrimógeno para dispersar a los vándalos.
La fuerza del aire provocó que el gas llegará hasta el interior del estadio provocando una estampida y que muchas personas resultaran afectadas por los efectos del químico principalmente personas que padecen de problemas respiratorios como el asma.
En ese sentido, los agentes de la Policía tuvieron que activar un protocolo para evacuar a los aficionados y primero sacaron a los miembros de la barra Revo del Motagua y posteriormente a los seguidores del Olimpia.
Los actos de vandalismo en las afueras del Estadio Nacional fueron lamentables a tal grado que varios vehículos particulares fueron destruidos a pedradas.
Lo lamentable de esta situación terrible es que un encuentro deportivo se haya politizado a tal grado que el excandidato presidencial y presentador de la televisión Salvador Nasralla, aseguró que el gobierno ordenó que se gaseará a los aficionados y mientras ocurría la tragedia se tomaba selfis con miembros de la barra del Olimpia.
Mientras tanto, en las instalaciones del Hospital Escuela se vivía un verdadero caos cuando empezaron a ingresar heridos y afectados por el gas y llegaron aficionados en aparente estado de ebriedad quienes intentaron ingresar por la fuerza a la emergencia del centro asistencial.
Hasta el Hospital Escuela llegó el personal de Medicina Forense para hacer el levantamiento de los cuerpos de los tres fallecidos.