Tegucigalpa – El jefe de la Misión Internacional de Observación (MIO), Juan Jiménez Mayor, abandonó Honduras este viernes y manifestó estar “preocupado” por el proceso de selección de magistrados que conformarán la siguiente Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Cabe señalar que, en las últimas horas, trascendió que “alguien” filtró o entregó copia de las preguntas del examen de las pruebas de conocimiento a los aspirantes a magistrados a las CSJ.
Varios actores del proceso de selección de aspirantes a magistrados coinciden que es imperativo aclarar las dudas sobre la filtración de preguntas enlistadas en la prueba de conocimientos que apartó a más de medio centenar de postulantes.
En ese sentido, Jiménez Mayor dijo que, “me voy un proco preocupado por lo que ha acontecido, pero espero que la Junta Nominadora pueda dar señales claras de lo que está ocurriendo. Vamos a seguir monitoreando esta denuncia que no es fácil en un proceso como este”, declaró.
En una entrevista con Radio América, el también exvocero de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), expresó su preocupación por lo que sucede en Honduras con la nominación de candidatos a magistrados, realidad de la que tendrá que brindar un informe tras encabezar la MIO.
Pese al actual conflicto que existe en este proceso por la filtración de preguntas del examen de conocimiento y que decenas de candidatos no aprobarán el mismo, Jiménez Mayor consideró que seguramente este impase se superará.
El exfiscal peruano destacó el trabajo de la Junta Nominadora de la que dijo continuará monitoreando su desempeño.
Reiteró que todos los hondureños debemos trabajar por una Corte Suprema que pueda dar garantías de la aplicación de la justicia en el país centroamericano.
Recordó que un “concierto de voluntades oscuras” forzó la salida de la MACCIH en Honduras.
Ahora con la pretensión de la llegada de una Comisión Internacional Contra la Impunidad y la Corrupción (CICIH), resaltó que quienes deben hacer el trabajo de lucha contra la corrupción son los propios hondureños.
Sin demeritar el trabajo que realiza una misión internacional, insistió que son los hondureños los que deben trabajar en la lucha contra la corrupción en su país y no los extranjeros.