Tegucigalpa – La salud mental de los hondureños está en precario y eso se ve reflejado en las a cifras de suicidios que se reportan en lo que va del año en Honduras.
Según las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), de enero a agosto, se registran 312 muertes autoprovocadas.
Francisco Morazán, Cortés, Comayagua e Intibucá son los departamentos con mayor incidencia en estos casos, y los métodos más usados son la ingesta de químicas tóxicas y la asfixia por suspensión.
Los médicos de los principales centros asistenciales del país, se encuentran preocupados, según un reporte brindado el mes pasado en el hospital Mario Catarino Rivas, se reportan el ingreso diario de cinco personas por intento de suicidio.
Uno de los últimos suicidios ha conmocionado al país, es el caso de un padre de familia que primero envenenó a sus tres hijos y luego se suicidó, por un supuesto rumor que su esposa residente en España tenía nueva pareja.
En 2018, según las estadísticas que maneja el OV-UNAH, se registraron 404 suicidios.
