Por lo menos 21 personas, entre ellas niños y un soldado, fueron asesinados por rebeldes en ataques contra un puesto de seguridad y una aldea en el noreste de la República Centroafricana, informaron autoridades locales.
Por AP
“Los rebeldes primero atacaron los puestos del ejército, matando a una persona e hiriendo a varias, antes de atacar a la población civil, matando a unas 20 personas”, declaró Ernest Bonang, legislador que representa Nzakoundou, la aldea atacada el jueves.
Los agresores quemaron en viviendas en la aldea, que “había sido vaciada de sus habitantes”, afirmó Bonang.
La República Centroafricana, empobrecida a pesar de ser rica en minerales, ha sufrido de combates internos desde 2013, cuando rebeldes Seleka mayormente musulmanes tomaron el poder y derrocaron al presidente Francois Bozize. Milicias de mayoría cristiana luego contraatacaron, también atacando a civiles en las calles.
Naciones Unidas, que tiene una misión de paz en el país, estima que los combates han matado a miles de personas y han desplazado a más de un millón, una quinta parte de la población nacional.
De inmediato nadie se responsabilizó del ataque más reciente, pero los habitantes locales culparon el grupo que llaman 3R (por Retorno, Reclamación y Rehabilitación), una de muchas milicias activas en el norte del país. El grupo dice que lucha para defender a la minoría Peuhl pero ha sio acusado de matanzas y de saqueos en aldeas, desde que surgió en 2015.
“Los rebeldes nuevamente han convertido a mi pueblo en un baño de sangre”, lamentó Josephine Helari, alcaldesa de Ndim. “Hoy, muchas familias están sin casa, han sido obligadas a abandonar sus hogares porque sus hogares fueron quemados”.
Helari también llamó a las autoridades a hacer más para poner fin a la violencia en el norte del país, donde los rebeldes han desafiado las medidas de seguridad impuestas bajo el gobierno del presidente Faustin Archange Touade.
