Tegucigalpa – El gobierno de Honduras anunció hoy que ha implementado una medida de seguridad en varios centros penitenciarios del país al bloquear la señal de teléfonos móviles. Lorenzo Sauceda, director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), informó a los periodistas que se ha bloqueado la entrada y salida de llamadas en al menos cinco cárceles.
Esta acción forma parte del Plan Solución Contra el Crimen y la intervención que se está llevando a cabo en las cárceles de Honduras. Sauceda enfatizó que se ha logrado un apagón total en las frecuencias de telefonía celular, asegurando que todas las señales están inhibidas en los centros penitenciarios mencionados.
El funcionario advirtió que, en caso de que las compañías de telefonía celular no cumplan con el bloqueo en las cárceles, se les impondrán sanciones económicas. Sin embargo, no proporcionó detalles sobre el monto de las posibles multas.
Esta medida de bloqueo de señales busca reforzar la seguridad en las cárceles, impidiendo que los reclusos puedan realizar o recibir llamadas desde el interior de las instalaciones. Es una de las acciones implementadas como parte del plan de intervención de los centros penitenciarios, liderado por la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
Además del bloqueo de señales, se han anunciado otras medidas como la realización de registros manuales y electrónicos permanentes para un desarme efectivo, así como la remoción y depuración del personal penitenciario y de la policía en todas las cárceles del país.
Hoy, como parte de la denominada “Operación Refundación”, más de 2.500 policías y militares intervinieron en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, ubicada en el departamento de Santa Bárbara. Esta intervención forma parte del Plan Refundación Penitenciaria, que tiene como objetivo combatir el crimen organizado y mejorar la situación en los centros penitenciarios.
En los últimos meses, Honduras ha experimentado varios tiroteos y enfrentamientos en sus cárceles, donde la sobrepoblación y el hacinamiento son problemas graves. Además, las condiciones de higiene y salubridad son deficientes debido a la falta de instalaciones adecuadas para albergar a los reclusos.
