Crece la sofisticación y diversificación de las tácticas utilizadas por los atacantes para evadir las medidas de seguridad.
Por Infobae
Durante el periodo comprendido entre marzo y mayo de este año, los ataques contra las industrias de servicios financieros y de salud se dispararon 13% en comparación con el año anterior.
Así lo alertó BlackBerry Cybersecurity Solutions tras detectar un total de 1,5 millones de ataques cibernéticos. Una cifra que se traduce en una tasa promedio de 11,5 por minuto.
Sector salud bajo fuego
El sector de la salud se ha convertido en un objetivo especialmente lucrativo para los ciberdelincuentes debido a los datos altamente valiosos y servicios críticos que ofrece.
De hecho, este alto interés ha provocado el surgimiento de grupos de ransomware dirigidos específicamente a organizaciones de atención médica.
Pero esto no es todo porque también se registra un aumento del malware especialmente diseñado para el robo de información en estas instituciones, subraya la gravedad de la situación.
Además, el acceso remoto a sistemas y redes ha incrementado aún más el riesgo cibernético.
Ciberamenazas en el sector financiero
Las instituciones financieras también están en la línea de fuego debido a su importancia económica y a la naturaleza altamente confidencial de los datos que manejan.
Entre las mayores amenazas y desafíos que enfrenta el sector se encuentran la proliferación de malware básico y los ataques de ransomware dirigidos a los servicios de banca móvil y digital.
Mientras crece la fuerte preocupación por la expansión de grupos de ciberdelincuentes respaldados por los Estados.
Grupos de hackers apoyados por gobiernos, una sería amenaza
En el segundo trimestre de 2023, se observó una actividad significativa por parte de bandas como APT28 y Lazarus Group, que están vinculadas a Rusia y Corea del Norte, y cuentan con el respaldo de sus respectivos gobiernos.
Estos grupos han demostrado una tendencia a focalizarse en objetivos en Estados Unidos, Europa y Corea del Sur.
Y sus intereses abarcan desde agencias gubernamentales y organizaciones militares hasta empresas e instituciones financieras, y esto plantea una seria amenaza para la seguridad nacional y la estabilidad económica.
Aunque la capacidad de estos grupos para adaptar constantemente sus tácticas complica en gran medida los esfuerzos de defensa.