La mayoría de detenidos enfrentaron cargos de allanamiento de morada, conducta criminal y robo. La mayoría de arrestados no resultaron heridos, según NYPD.
Por El Diario de NY
Alrededor de 300 personas han sido arrestadas en la Universidad de Columbia y el City College el martes por la noche, así lo informó el alcalde de Nueva York, Eric Adams. El funcionario atribuyó estos actos violentos a “agitadores externos” no afiliados al recinto universitario.
“No es necesario ser mayoría para influir y cooptar”, declaró el alcalde s. “Existe un movimiento para radicalizar a los jóvenes”.
Por su parte, la subcomisionada de Inteligencia y Contraterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York, Rebecca Weiner, expresó su preocupación por la presencia de individuos asociados con un cambio a tácticas más agresivas en Columbia.
El comisionado de la policía de Nueva York, Edward Caban, apuntó que la situación en el campus se deterioró hasta el punto en que la seguridad de los estudiantes y el personal estaba en riesgo.
En total, se registraron 282 arrestos por varios delitos, principalmente menores, 173 en City College y 119 en Columbia. La mayoría de detenidos enfrentaron cargos de allanamiento de morada, conducta criminal y robo. Los funcionarios de NYPD dijeron que la gran mayoría de los arrestados no resultaron heridos.
“Fue una decisión difícil”, admitió Adams sobre la decisión de la universidad de autorizar el movimiento de la policía de Nueva York en el campus. “La acción tenía que terminar y la llevamos a un final pacífico”.
“No hay nada pacífico en destruir propiedades y desmantelar cámaras de seguridad. No hay lugar para actos de odio en nuestra ciudad, desde el antisemitismo hasta la islamofobia”, agregó el alcalde. “En primer lugar, nunca deberíamos haber tenido que llegar hasta aquí. Debemos rechazar todos los intentos de radicalizar a nuestros jóvenes en esta ciudad”.
Los manifestantes gente se reunió frente a la sede de la policía, mientras los cientos de manifestantes arrestados eran procesados en el interior. Cada vez que alguien era liberado de la custodia policial, los manifestantes gritaban en su apoyo.