Tegucigalpa – El Ministerio Público anunció el miércoles un importante golpe contra la corrupción policial al capturar a cinco agentes de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), acusados de secuestrar a varias personas.
Los individuos identificados como Osmín Orellana Paz, Lester Nahún Uclés Andino, Andy José Pérez Zelaya, Dilmer Stiven Fúnez Espinoza y Enry Michael Cárcamo Molina, todos asignados al departamento de seguridad y transporte urbano, enfrentan cargos por sus presuntos delitos.
Según las investigaciones, el grupo de agentes utilizaba un sofisticado modus operandi para llevar a cabo sus crímenes. Se hacían pasar por conocidos de las víctimas y las abordaban en autobuses de la Dipampco, trasladándolas por diversas calles de San Pedro Sula hasta que se realizara el pago del rescate. Las exigencias económicas oscilaban entre los 100 y los 300 mil lempiras, y en el caso de las mujeres, se les amenazaba con abuso sexual.
Además de las extorsiones monetarias, los secuestradores recurrían a tácticas aún más despreciables. Según las autoridades, si las víctimas se negaban a pagar, los agentes las amenazaban con plantarles drogas y presentarles cargos falsos.
Estas prácticas coercitivas e inhumanas reflejan la profundidad de la corrupción dentro de la Dipampco y el peligro que representan estos elementos corruptos para la sociedad hondureña.
Uno de los incidentes que llevó al descubrimiento de esta red criminal ocurrió el 21 de febrero, cuando se recibió una denuncia de secuestro agravado en la residencial Santa Mónica de San Pedro Sula.
Este arresto es un paso importante en la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país, pero también destaca la urgente necesidad de una reforma integral en las fuerzas policiales para erradicar este tipo de conductas delictivas.
