Tegucigalpa. – El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), considera como un “fracaso” la compra y funcionamientos de los hospitales movibles que fueron adquiridos por el Estado para atender la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19”.
Asimismo, el CNA señaló la mala administración del Estado de Honduras ya que han transcurrido más de nueve meses desde la adquisición de siete supuestos hospitales móviles, que, hasta hoy, solo uno de los centros asistenciales esta funcionando.
El organismo anticorrupción reveló que el dicha compra significó una estafa del Estado hacia la ciudadanía, provocando además, una multimillonaria coima que significó un perjuicio a las finanzas públicas por más de 800 millones de lempiras, debido a que lo que se compró fueron triajes móviles con algunas características de modernidad.
En sentido, denunció que que todavía no haya un resultado serio de la auditoria a Invest-H, que junto a Copeco, han sido cuestionados por el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) en sus informes de verificación de la información de oficio en los portales de transparencia por falta de reportes de liquidaciones e información incompleta” sobre los presupuestos ejecutados durante la emergencia por el nuevo coronavirus desde marzo pasado.
Desde hace un mes y medio, el CNA advirtió que la emisión de requerimientos fiscales contra algunos señalados por actos de corrupción en tiempos del Covid- 19, podrían ser distractores para calmar las aguas de la indignación social por que cita que “hoy podemos corroborarlo, pues este sistemático actuar desde el estatus quo cuando está siendo señalado por irregularidades, no son más que espectáculos circenses para desviar la atención del tema que, desgraciadamente, dominó la agenda pública del año 2020: la asquerosa corrupción gubernamental”.
En ese sentido, el CNA, afirma que “nos negamos a quitar el dedo del renglón que señala, da certeza y confirma que las malas compras de triajes móviles, en donde sobran las excusas y los funcionarios mediocres para echar a andar dichas salas, se están convirtiendo en los grandes hechos de corrupción que llevan la ruta de la perversa impunidad que ha venido azotando a Honduras durante la última década”.
