Tegucigalpa – El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) emitió este jueves una denuncia formal contra las Fuerzas Armadas, acusando a la institución castrense de amedrentar a medios de comunicación tras las recientes declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández.
La controversia surge a partir del anuncio realizado por las Fuerzas Armadas sobre su intención de presentar una denuncia ante el Ministerio Público contra el medio de comunicación Q’hubo TV. Según el CPH, esta amenaza está motivada por la cobertura que dicho canal realizó sobre las irregularidades en la distribución de material electoral y otros hechos anómalos ocurridos durante el proceso electoral del pasado 9 de marzo.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, el ente gremial calificó estas acciones como «un claro intento de censura y un atentado contra el derecho a la información» que tienen todos los ciudadanos hondureños. El CPH destacó además el papel fundamental que jugaron los medios de comunicación y las denuncias ciudadanas para que el país conociera «los graves acontecimientos que pusieron en riesgo la democracia».
«Intentar silenciar a la prensa no solo vulnera los derechos fundamentales, sino que también profundiza la crisis institucional», señaló el CPH en su pronunciamiento, subrayando la importancia de preservar la libertad de expresión como garantía democrática en un contexto de tensión política.
El gremio periodístico hizo un llamado enérgico tanto a las Fuerzas Armadas como a la clase política del país para que respeten la labor periodística y actúen con responsabilidad, «priorizando el bienestar del país en lugar de intereses personales que solo generan incertidumbre y temor en la población hondureña».
El pronunciamiento concluye con una declaración contundente: «El periodismo libre es pilar de la democracia. No permitiremos que lo callen», reafirmando así el compromiso del gremio con la defensa de la libertad de prensa en Honduras.
Esta situación se produce en un clima de creciente tensión política en el país centroamericano, donde los medios de comunicación han jugado un papel crucial en la fiscalización de los procesos electorales y la denuncia de posibles irregularidades.