Tegucigalpa. – Con todos los honores y en medio de la consternación, la mañana de este miércoles fueron sepultados los restos mortales del comandante del Batallón Canino de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), coronel Marco Antonio Argueta quien falleció víctima del Covid-19.
El militar fue sepultado en el cementerio San Miguel Arcángel, localizado en la aldea Las Casitas, al sur de la capital hondureña acompañado por los binomios del Batallón Canino y demás miembros de la Policía Militar.
El portavoz de la PMOP, teniente Mario Rivera, manifestó que hay luto y consternación entre los miembros de las Fuerzas Armadas, especialmente entre los integrantes de la Policía Militar por la pérdida de un gran elemento de la institución castrense.
“Hemos perdido a un compañero de armas que por mucho tiempo perteneció a la Policía Militar del Orden Público”, manifestó Rivera quien reiteró que este es un momento difícil para esa institución.
Reseñó que el coronel Argueta fue inicialmente subcomandante del quinto batallón de la Policía Militar; posteriormente fue subcomandante del Batallón Canino y actualmente era el comandante de esa unidad.
Rivera refirió que el coronel Argueta tenía varios días de permanecer ingresado en el Hospital Militar y finalmente murió a consecuencia de insuficiencia respiratoria aguda producto de las complicaciones del coronavirus.
Un momento dramático fue cuando “Cirilo”, el canino que acompañó al coronel Argueta por varios años, sentía la ausencia de su acompañante con el que ya no podrá cumplir otras misiones.
El coronel Argueta fue sepultado siguiendo los protocolos de bioseguridad establecidos por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), y en ese sentido, sólo un pequeño grupo de sus familiares más cercanos pudieron ingresar al camposanto.