Por: Vittorio Basté Bonafont
El 8 de marzo, sea el año que fuera, desde 1975 no es una fecha más en el calendario. Se conmemora el día internacional de la mujer, son cuarenta y siete años desde la instauración de la fecha para el homenaje a las féminas; pero es importante resaltar y hacer memoria que varias décadas antes de aquel glorioso año, vienen en diferentes tiempos y espacios luchando por sus derechos las mujeres gloriosas a lo largo y ancho del orbe. Esta lucha constante sigue activa hasta hoy, en la que se reivindica la lucha de ellas por sus derechos en un mundo donde la desigualdad de género continua, muy a nuestro pesar, siendo un problema cultural y en algunos países (en especial algunos en África y Oriente Medio) hasta constitucional, que es imperioso erradicar.
Estamos conmemorando el mes de la mujer, a propósito de las féminas es de suma importancia reconocer el rol de ellas en la sociedad internacional de hoy por hoy. Las mujeres con valentía, talento, inteligencia y esfuerzo, han conquistado espacios y derechos, venciendo estigmas, limitaciones, injusticias e ideas machistas por siglos, y como he manifestado en el párrafo anterior, muy a nuestro pesar queridos amigos, en múltiples escenarios todavía siguen vigentes.
Mi intención está lejana de resaltarnos egoístamente, también de feminismos innecesarios, está demostrado que las mujeres tienen tantas cualidades como los varones. Por un lado destacamos científicamente aptitudes femeninas como: la habilidad para hacer varias cosas a la vez, capacidad de poner más atención en los detalles, escuchar con ambos lados del cerebro, pensar y hablar al mismo tiempo, poseer mejor capacidad organizativa y por supuesto una muy bella como es concebir.
A ellos, también debemos reconocer distintas habilidades más desarrolladas que la mujer, es decir el objetivo de mis palabras y de nuestro acto conmemorativo en pro de la mujer, no es polemizar, sino complementarse y estimular en nuestra sociedad que somos integrales y complementarios entre mujeres y hombres.
En conclusión para que hagamos una sociedad más libre e integra, necesitamos respetarnos y comprender que los seres humanos seamos de sexo femenino o masculino debemos valorarnos por igual y ayudarnos mutuamente.
Ellas son seres supremamente especiales, dotadas de ternura, delicadeza, amor y con grandes capacidades. Y en lugar de ser apreciadas por sus dones y aprovecharlos en pro de la familia, el emprendimiento, la administración pública, la educación, la fe, la educación o cualquier otro ámbito de la sociedad internacional, a veces son injustamente maltratadas; a pesar de haber mostrado suma capacidad igual que los varones.
Es de vital importancia lograr un equilibrio e igualdad per se; porque ambos tanto mujeres como hombres somos humanos.
Esperando haber calado en todos con estas reflexiones, extiendo un homenaje a las heroínas anónimas que luchando los trescientos sesenta y cinco días del año hacemos un aporte social incalculable en aspectos afectivos, emocionales, educativos y económicos.
Pese a que estamos abiertos al tema de potenciar derechos en pro de la mujer, debemos reconocer que las estadísticas internacionales no han mermado respecto a la violencia en contra de nuestras mujeres, sin ánimo de alarmar las cifras son de porcentajes muy exorbitantes en impunidad en nuestra América Latina y en muchas zonas de la geografía internacional.
Un abrazo a todos y ¡mi reconocimiento y agradecimiento a las mujeres que hacen día a día un mundo mejor para todos!
8 de marzo 2022
Diario El Mundo, Honduras.