El estado de ánimo está a punto de cambiar, las horas se hacen más largas y el sentido de urgencia, de antemano elevado, de alguna manera se amplifica aún más cuando la cumbre climática de Naciones Unidas se acerca a su última semana.
Por AP
Cada frase y cada palabra —especialmente aquellas sobre la futura eliminación de los combustibles fósiles que calientan el planeta— importarán en la conferencia de la ONU en Dubái, una ciudad construida con petróleo en los Emiratos Árabes Unidos. Los negociadores profesionales que han estado trabajando para dar forma a las opciones entregarán su trabajo a altos funcionarios nacionales, muchos de ellos a nivel ministerial, quienes tendrán que tomar difíciles decisiones políticas.
“Nos dirigimos a un proceso político importante, con menos acceso a las salas de negociación, las negociaciones se prolongarán hasta bien entrada la noche, varias noches”, dijo David Waskow, director de la iniciativa climática internacional del Instituto de Recursos Mundiales.
La cuestión central de las conversaciones: Qué hacer con los combustibles fósiles que causan el cambio climático. Activistas, expertos y muchos países en desarrollo aseguran que deben eliminarse rápidamente en favor de alternativas de energía limpia que puedan evitar los peores daños en un planeta que se calienta. Acusan a las grandes compañías energéticas y a las naciones ricas en petróleo de demorarse al apoyar una “reducción gradual” más lenta y ambigua.
Incluso con el arduo trabajo por delante, algunos de los que están a punto de hacerlo tienen esta sensación de optimismo, especialmente porque todos tienen el día libre el jueves.
“Ya hemos tenido una semana bastante buena aquí en Dubái. Ahora bien, obviamente todavía quedan algunas cuestiones complicadas por resolver. Todos sabemos eso. Nadie va a eludirlo y nadie va a fingir sobre eso”, dijo el enviado especial de Estados Unidos, John Kerry. “Los negociadores básicamente están tratando de reunir en cada sección una serie relevante de opciones. Y luego nosotros, los ministros, tendremos la diversión y el placer la próxima semana de analizar esas opciones”.
Las negociaciones multilaterales —que en este caso involucran a casi 200 partes— son muy diferentes y con frecuencia más difíciles que los regateos que dos países pueden hacer en las conversaciones bilaterales, dijo el veterano diplomático Adnan Amin, director ejecutivo de la COP28.
El documento clave se llama Balance Global. Es el primero de su tipo en las negociaciones climáticas de la ONU y muestra qué lejos ha llegado el mundo del acuerdo de París de 2015 —donde las naciones acordaron limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) desde la época preindustrial— y qué tiene que hacer a continuación.
