26.4 C
Tegucigalpa

Coronavirus: tras dos años, variante Ómicron no cede y sigue evolucionando

Lo más reciente

Variante dominante del covid ha demostrado ser asombrosamente infecciosa y una maravilla evolutiva.

Por El Tiempo

Para noviembre del 2021, casi dos años después de que el coronavirus surgió en Wuhan, China y se extendió por todo el mundo, las sorpresas parecían haber terminado. Más de 4 mil millones de personas habían sido vacunadas contra el virus y 5 millones habían muerto. Dos nuevas variantes, Alfa y Delta, habían emergido y luego mermado.

Y entonces, investigadores en Botswana y Sudáfrica alertaron al mundo de que había surgido una versión altamente mutada y se estaba propagando rápidamente. Ómicron, como llamó la Organización Mundial de la Salud a la variante, superó rápidamente a otras formas. Sigue siendo dominante.

Ómicron ha demostrado ser una maravilla evolutiva. Ha dado lugar a un número impresionante de descendientes, que se han vuelto mucho más hábiles para evadir la inmunidad.

“Era casi como si hubiera otra pandemia”, dijo Adam Lauring, virólogo de la Universidad de Michigan.

El don de Ómicron para propagarse rápidamente fue el resultado de docenas de mutaciones. Alteraron la superficie del virus, de manera que los anticuerpos no pudieran adherirse firmemente a él y evitar que el virus invadiera las células.

“Fue el primer virus en descubrir de manera importante cómo escapar de la inmunidad”, dijo Jacob Lemieux, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts.

Él y otros expertos sospechan que la variante adquirió sus nuevas mutaciones mientras infectaba a una sola persona con un sistema inmunológico débil. Las personas inmunocomprometidas sólo pueden combatir algunos de los coronavirus en sus cuerpos, permitiendo que los que quedan adquieran mutaciones.

Mientras los epidemiólogos seguían la ola de Ómicron a fines del 2021, vieron una diferencia crucial con respecto a oleadas anteriores. Ómicron enviaba a una menor cantidad de personas infectadas al hospital. Una razón era que mucha gente tenía inmunidad a formas anteriores. Nuestras defensas inmunológicas incluyen no sólo anticuerpos, sino también células inmunológicas que pueden reconocer y matar las células infectadas. Esta segunda línea de defensa resistió al Ómicron, evitando que muchas de las nuevas infecciones se volvieran graves.

Aún así, el Ómicron provocó tantas infecciones que desató una devastadora ola de hospitalizaciones.

A medida que Ómicron pasó de persona a persona, sus descendientes adquirieron más mutaciones. A veces, dos virus Ómicron terminaban en la misma célula, lo que producía nuevos virus híbridos con una mezcla de sus genes. Una de estas recombinaciones mezcló dos conjuntos de mutaciones evasivas. El resultado fue un híbrido nuevo llamado XBB.

XBB infectaba fácilmente a personas, incluso a aquellas que ya habían sido infectadas con Alpha, Delta o formas anteriores de Ómicron.

Los fabricantes de vacunas intentaron mantenerse al día. Pero XBB ahora está disminuyendo a medida que han evolucionado variantes aún más evasivas.

“En este momento estamos en un periodo de caos”, dijo Marc Johnson, virólogo en la Universidad de Missouri.

Varios expertos dijeron que el caos podría terminar pronto. En agosto surgió una variante denominada BA.2.86.

Al principio, BA.2.86 no logró propagarse rápidamente. Sin embargo, en los últimos meses, el linaje BA.2.86 parece haberse acelerado, obteniendo una mutación que le permite evadir aún más anticuerpos. JN.1, como se conoce a esta forma mutada, se ha convertido en la versión más resistente del coronavirus. Parece estar creciendo rápidamente en Francia y es posible que se propague pronto.

El éxito de JN.1 dependerá del tipo de defensas inmunes que encuentre. Hoy en día, la mayoría de las personas tiene inmunidad de una forma u otra, ya sea por infección, vacunación o ambas. Esto significa que morirá una menor cantidad de personas que al comienzo de la pandemia.

spot_img

spot_img
Dale play a Retro Radio

Destacados

PMOP anuncia fin de reyertas en cárceles de Honduras

El comandante de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Ramiro Muñoz, anunció hoy el cese de las reyertas y problemas de seguridad en las cárceles del país, tras la intervención declarada y la asignación de la administración del sistema penitenciario a esta fuerza de seguridad.

Noticias relacionados