Con los Juegos Olímpicos y la Eurocopa de fútbol a la vuelta de la esquina, aumenta la presión sobre organismos deportivos para que excluyan a Israel. Otra vez, la intersección entre deporte y política genera polémica.
Por DW
En las últimas semanas han aumentado los llamados para que se prohíba a Israel participar en el deporte internacional a causa de la guerra entre Israel y Hamás. Una nueva petición que ha recibido un respaldo significativo, una carta en el Parlamento Europeo y una disputa entre jugadores de baloncesto israelíes e irlandeses han planteado serios interrogantes a las principales organizaciones y acontecimientos deportivos.
La petición, elaborada por The Democracy in Europe Movement 2025, pide que se suspenda la participación de Israel en los deportes y, hasta el 16 de febrero, había conseguido más de 70.000 firmas. Con los Juegos Olímpicos de París que comienzan en julio y los futbolistas israelíes enfrentándose a eliminatorias en marzo, para clasificarse para la Eurocopa de junio en Alemania, los administradores deportivos están bajo presión para tomar una decisión.
Una de las promotoras de la petición, Katarina Pijetlovic, cree que es hora de que organismos como el Comité Olímpico Internacional (COI), la FIFAy la UEFA tomen cartas en el asunto.
«El objetivo de la petición es presionar al Gobierno israelí también desde el punto de vista deportivo», declaró a DW.
Llamados a la acción
Además, una carta, tuiteada por el eurodiputado irlandés Chris McManus y firmada por varios otros eurodiputados, pide a la FIFA, la UEFA y «todos los demás organismos competentes que tomen medidas decisivas».
Y esto sigue a una misiva similar de la Federación de Fútbol de Asia Occidental (WAFF), compuesta por 12 miembros y dirigida por el jefe de la asociación de fútbol jordana, el príncipe Ali bin Al Hussein.
El presidente de la UEFA, Alexsander Ceferin, admitió que su organización «aún no tiene una postura definitiva», pero está «recibiendo cada vez más preguntas». Adicionalmente, 300 clubes deportivos palestinos pidieron al COI que excluyera a Israel de los Juegos Olímpicos.
Más de 28.000 palestinos han muerto en los ataques israelíes contra Gaza, según el ministerio de Sanidad de Gaza, e Israel se enfrenta a acusaciones de genocidio.
Israel afirma que tiene derecho a defenderse tras la muerte de más de 1.200 personas a manos de los islamistas palestinos de Hamás y otros grupos dentro de Israel el 7 de octubre pasado. Desde entonces, Israel ha llevado a cabo una amplia operación militar en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, reconocida como organización terrorista por el Gobierno alemán, la Unión Europea y Estados Unidos.
Pijetlovic compara las acciones de Israel con las de Rusia, cuya invasión a Ucrania en 2022 le supuso una amplia suspensión de los deportes internacionales.
«Así que el cuarto día, si comparamos sólo las cifras, había 14 niños como víctimas de la guerra en Ucrania, y eso son 14 niños de más. Pero ahora tenemos alrededor de 14.000 niños palestinos que han muerto en esta invasión o agresión a Gaza, y no hay ninguna acción, no hay ninguna condena de la FIFA, de la UEFA, del COI ni de nadie», critica.
«Creo que la respuesta internacional a esa agresión (rusa) fue muy, muy diferente a la que estamos viendo ahora», agrega.
¿Doble rasero?
Los futbolistas israelíes juegan actualmente en terrenos neutrales por motivos de seguridad. Pero la FIFA y otras organizaciones importantes se aferran a la idea de que el deporte y la política están separados.
El director ejecutivo de la Asociación Israelí de Fútbol, Niv Goldstein, declaró a Sky News: «Confío en que la FIFA no involucre a la política en el fútbol. Estamos en contra de involucrar a los políticos en el fútbol y de involucrarse en asuntos políticos en el deporte en general».
Para quienes representan al país, lograr un equilibrio es difícil. «Es muy difícil desconectarse de esta situación», dijo el futbolista Eran Zahavi. «Estamos aquí para representar a Israel de la mejor manera que podamos. La solución fácil sería no jugar, pero esperamos hacer feliz a todo nuestro país».
Pero Pijetlovic considera que los organismos deportivos muestran un doble rasero. Oficialmente, la seguridad fue la razón legal esgrimida para suspender a Rusia del deporte tras la invasión de Ucrania, pero esto ha sido ampliamente aceptado como una sanción.
«Los que dicen que hay que dejar la política fuera del deporte lo dicen ahora. No lo decían entonces (cuando Rusia invadió Ucrania). Lo que afirman es que la seguridad era una de las principales preocupaciones para ellos, a pesar de que el sentimiento de la opinión pública no era tan fuerte entonces», dijo.
«Para mantener la seguridad de los eventos, en particular porque la UEFA afirmaba que incluso si se jugaba en territorio neutral, que es lo que ahora permiten a Israel, no había forma de que pudieran proporcionar seguridad. Así que no es tema de debate que Rusia pueda jugar aunque sea en territorio neutral. Pero ahora se lo están permitiendo a Israel».
Según Pijetlovic, experta en derecho deportivo, el hecho de que los colonos israelíes hayan estado construyendo en territorio palestino y practicando deporte en él, violando el derecho internacional, es otro factor a favor de la suspensión o el boicot del deporte israelí.
Estas no son ni mucho menos las primeras peticiones de que se prohíba a Israel participar en eventos deportivos, ya que el grupo BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) pidió prohibiciones olímpicas en 2012 y 2016, entre una serie de peticiones en gran medida infructuosas.
Polémica del baloncesto pone de relieve los problemas
Más recientemente, seis jugadoras de baloncesto irlandesas se negaron a jugar contra Israel en un torneo femenino a principios de este mes, mientras que el resto del equipo de Irlanda se negó a estrechar la mano a las jugadoras de Israel en el partido de clasificación para el EuroBasket 2025 en Riga.
Antes del partido, la Asociación Israelí de Baloncesto publicó una entrevista con la jugadora Dor Saar, en la que hacía acusaciones de antisemitismo en el equipo irlandés. Basketball Ireland reaccionó con un comunicado, calificando los comentarios de «incendiarios y totalmente inexactos». Afirmó que no podía boicotear el partido como federación por temor a sanciones.
Rebecca O’Keeffe, exjugadora irlandesa y activista propalestina, declaró a DW que las jugadoras que disputaron el reciente partido contra Israel quedaron en una posición poco envidiable. Cree que los organismos deportivos, incluida la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), deberían imponer una prohibición, y afirmó que, si nada cambia de aquí al partido de vuelta en Dublín, en noviembre, se verá «reiterando mis llamamientos a boicotear» el encuentro.
«La FIBA ya ha actuado antes. Excluyó rápidamente a Bielorrusia y Rusia. Así que hay precedentes. Israel parece actuar con impunidad todo el tiempo y este es otro ejemplo de ello. Pedimos a la FIBA y a nuestros órganos de gobierno, nuestros órganos nacionales, que actúen para defender sus propias reglas, sus propias normas, sus propias obligaciones en este punto».
O’Keeffe, que fue una de las 350 atletas que firmaron una carta abierta de la organización «Irish Sports for Palestine» en la que se pedía la exclusión del deporte israelí, cree que debería haberse impuesto alguna suspensión deportiva en cuanto murieron civiles en Gaza: «Pedí este boicot en octubre. Pedí a la FIBA que suspendiera a Israel de la competición internacional basándose en los precedentes. Falta una acción decisiva».