Tegucigalpa – La presente cosecha se vislumbra con malos pronósticos, y aunque los agricultores mantienen cierto optimismo, el déficit en la producción de alimentos para los hondureños sigue en aumento.
El frijol es el único grano con una cosecha aceptable, pero aún así no satisface la demanda.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Granos Básicos (Prograno), Dulio Medina, advierte que la producción de frijol ha disminuido desde 2018, creando un déficit de más de 800 mil quintales para cubrir la demanda de 2 millones 300 mil quintales.
En cuanto al maíz, los productores enfrentan dificultades debido a la falta de lluvias y un menor índice de siembra comparado con el año anterior.
Para la cosecha 2023, se proyecta producir 8 millones de quintales, pero el temor a una posible sequía podría reducir la cifra a solo 6 millones.
El panorama se vuelve más desafiante al considerar que Honduras también es deficitario en la producción de maíz, con una demanda anual de 26.3 millones de quintales, mientras que solo se producen alrededor de 12.5 millones, lo que implica importar más del 50% de la demanda.
Ante estos retos, los productores agrícolas requieren del apoyo del clima y de políticas que impulsen el aumento de la producción para asegurar el abastecimiento de alimentos, fortalecer la seguridad alimentaria y reducir la dependencia de importaciones.