Tegucigalpa. – La portavoz del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Digna Aguilar, manifestó el viernes que en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), localizada en la aldea de Támara, Distrito Central, al norte de la capital, se han detectado dos privadas de libertad sospechosas de coronavirus Covid-19, quienes permanecen aisladas a la espera de los resultados de las pruebas que confirmen o descarten la enfermedad.
En horas tempranas trascendió la información que en este centro penitenciario se habían confirmado los dos primeros casos de Covid-19, pero Aguilar le confirmó que todavía estas dos privadas de libertad permanecen sospechosas.
«Actualmente hay dos mujeres privadas de libertad aisladas por presentar algún tipo de sintomatología, las cuales se encuentran bajo supervisión médica a espera de los resultados de las pruebas de Covid-19. Ellas no han presentado mayor complicación en su estado de salud», apuntó la portavoz.
Afirmó que «podemos indicar que no han tenido ningún tipo de contacto con el resto de la población penitenciaria que ahí convive, ni tampoco con los menores que conviven con sus padres».
Con respecto a los menores de edad que permanecen con sus madres dentro de la cárcel femenina, Aguilar apuntó que los niños no mantienen contacto con sus madres ni demás mujeres que se encuentran reclusas en este centro penal, por lo que por ahora están fuera de peligro.
Detalló que los niños en este caso se encuentran en el área de sala cuna, un área a la cual no tienen acceso el resto de las privadas de libertad. Asimismo, ellos reciben atención médica por parte del personal de pediatría, ya que ahí se cuenta con la atención de un médico pediatra para la atención de los menores y personal de enfermería».
Entre 30 y 40 niños conviven con sus madres presas en el presidio.
Por su parte, el abogado penalista, Marlon Duarte, expresó que se le debe tener un mayor cuidado a las reclusas, ya que dentro de la cárcel hay mujeres con muchas patologías que se podrían complicar si se llegan a contagiar de Covid-19.
«Se debe prestar mucha atención a la cárcel femenina porque dentro de ella viven los hijos de las reclusas, personas con enfermedades de bases, VIH y diferentes patologías. Esta situación las convierte en población vulnerable al Covid-19», señaló Duarte.
Sobre el tema, Aguilar aseguró que las privadas de libertad se encuentran fuera de peligro, y que las dos reclusas sospechosas de covid-19 se encuentran aisladas, además que el centro penitenciario cuenta con asistencia médica para atender a las internas.
«En el caso de las mujeres también se cuenta con personal de médicos generales, también hay una doctora especialista en ginecología, es así que podemos indicar que hasta el momento ninguna de las dos mujeres privadas de libertad que actualmente están cumpliendo un proceso de aislamiento ha presentado complicaciones en su estado de salud y están recibiendo la atención médica adecuada», concluyó.
