Tegucigalpa – El equipo de defensa legal del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández parece estar deshaciéndose después de que un abogado renunciara al caso y otros dos asistentes también dejaran de colaborar con el abogado principal en Nueva York, Raymond Colón, dijeron fuentes a Univision.
Dos coacusados claves también parecen dispuestos a declararse culpables y posiblemente a testificar contra él, según los documentos judiciales.
Hernández fue extraditado a Estados Unidos en abril y deberá ser juzgado en enero por tres cargos de narcotráfico y cargos de armas asociados, en un proceso sin precedentes contra un exjefe de Estado extranjero. Se enfrenta a cadena perpetua si es declarado culpable.
El antiguo co-abogado, Daniel Pérez, había estado representando a Hernández junto con Colón hasta el mes pasado, pero se apartó debido a desacuerdos sobre la forma en que se estaba llevando el caso, según tres fuentes.
El futuro papel de otras dos personas que asisten a la defensa, el rabino de Florida, Jay Levy, y el detective privado, Ángel Martínez, también parecen estar en duda por diferencias con Colón. Ambos participaron recientemente con una delegación comercial oficial hondureña a Puerto Rico, encabezada por el vicepresidente hondureño Salvador Nasralla, uno de los críticos más acérrimos de Hernández.
Colón declinó confirmar explícitamente los cambios en el equipo de defensa y no ocultó sus diferencias con Martínez y Levy.
“Ni yo, ni el presidente Hernández sancionamos esta reunión”, dijo en un mensaje de texto. “Mi lealtad y celo están comprometidos únicamente con la defensa y los mejores intereses de mi cliente”, añadió. Colón añadió una referencia al Evangelio de Mateo, capítulo seis, versículo 24: “Nadie puede servir a dos señores, porque o bien odiará a uno y amará al otro, o bien se dedicará a uno y despreciará al otro”.
Expresidente Hernández enfrenta una batalla contra “Goliat”
El detective privado, Ángel Hernández, no respondió a los mensajes de Univisión. Pero publicó un video en Facebook diciendo que la pérdida de Pérez para el equipo era “un debilitamiento a la defensa del exgobernante”.
Insistió en que seguía trabajando con Colón y pidió “refuerzos” para defender al expresidente en lo que reconoció que era una batalla cuesta arriba. Otra fuente dijo que la familia Hernández estaba teniendo problemas para recaudar fondos debido a la confiscación de propiedades en Honduras.
“Qué débiles nos vemos antes el Goliat de la época, Estados Unidos”, dijo Ángel Hernández.
La estrategia de la defensa de Hernández desconcierta a los expertos
Las dificultades de la defensa han dejado a muchos analistas rascándose la cabeza en cuanto a la estrategia legal de Hernández. “Siempre pensé que desde el principio el equipo de defensa de Hernández estaba mal preparado y era bastante incompetente”, dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA que ha seguido de cerca el caso.
“Ahora, con todo lo que está ocurriendo, sólo refuerza esa opinión”, añadió.
Colon, el abogado de Hernández, ha apostado el caso a la larga cooperación de su cliente con el gobierno de Estados Unidos, incluyendo la CIA y la DEA, sugiriendo que en el juicio surgirán muchos secretos que podrían hacer aparecer a su cliente bajo una luz más favorable.
Otros expertos expresaron su sorpresa por la forma tan pública en que la defensa está manejando un caso tan sensible y de alto perfil.
“Es algo extremadamente fuera de lo común y peculiar”, dijo David Weinstein, exfiscal federal que ahora trabaja para un bufete de abogados privado en Miami. “Si yo representara a un ex jefe de Estado, mantendría estrictamente todas las teorías y hechos del caso cerca de mí. Y esperaría que cualquier persona englobada en mi equipo de defensa hiciera lo mismo”, añadió.
Juicio para el 17 de enero
Hernández debe volver al tribunal el 28 de septiembre para una audiencia en la que se debatirán los avances en la entrega por parte del gobierno de sus pruebas contra Hernández antes de que el caso vaya a juicio. Actualmente está prevista para el 17 de enero, pero podría retrasarse.
Dos coacusados, incluido su hermano Tony Hernández, ya han sido condenados por un jurado y sentenciados a cadena perpetua. Las pruebas presentadas en esos juicios, incluidos los testimonios jurados de varios narcotraficantes, implicaban a Juan Orlando Hernández, a quien los fiscales han acusado de convertir a Honduras en un virtual “narcoestado”. Los fiscales afirman que Hernández formaba parte de “una violenta conspiración de narcotráfico” que pasó de contrabando unos 500,000 kilos de cocaína a través de Honduras hacia Estados Unidos, en lo que han denominado “narcotráfico patrocinado por el Estado”.
Hernández se declaró inocente en su última audiencia en mayo. Desde entonces, varios acontecimientos en el complicado caso en el que están implicados 11 coacusados parecen haber empeorado las posibilidades de Hernández de ganar el caso si llega a juicio.
Testigos clave: el caso de los primos Salguero
Dos coacusados que se habían resistido a dar el paso parece que podrían declararse culpables y posiblemente testifiquen contra Hernández. Los primos guatemaltecos, Ronald y Otto Salguero, supuestamente fueron testigos de un soborno de un millón de dólares por parte del notorio narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, para la campaña presidencial de Hernández en 2013. El supuesto soborno es la prueba más explosiva contra Hernández, y desempeñó un papel clave en la condena de su hermano Juan Antonio Hernández en 2021, acusado de recibir personalmente el dinero en una reunión en el norte de Honduras.
Linda George, abogada de Ronald Salguero, presentó recientemente un documento sellado en su caso que, según dijo al tribunal, revelaba “inconsistencias en el caso de la fiscalía” contenidas en un informe de un investigador privado que contrató para refutar el testimonio del testigo clave del gobierno, un traficante confeso Alexander Ardon. Sin embargo, en lugar de aprovechar la oportunidad para alegar su inocencia, Salguero despidió a su abogado y retiró el documento del archivo judicial. El juez ordenó que el documento permaneciera sellado.
Univision se puso en contacto con el nuevo abogado de Salguero, David Zapp, para pedirle explicaciones, pero no recibió respuesta inmediata.
Otro coacusado clave, el exjefe de policía hondureño Juan Carlos Bonilla, fue extraditado a Estados Unidos en mayo por cargos de narcotráfico. También se enfrenta a la cadena perpetua, aunque no está claro si está cooperando con el gobierno o no.
Mientras tanto, otro coacusado, Mauricio Hernández Pineda, expolicía y primo del presidente Hernández, también irá a juicio en enero. Su decisión de ir a juicio después de más de dos años de negociaciones con los fiscales fue un golpe para los intentos del gobierno de obtener más testigos contra el expresidente antes de su juicio. Hernández Pineda estuvo supuestamente presente en la reunión en la que “El Chapo” pagó el supuesto soborno de un millón de dólares para la campaña de Hernández.