Tegucigalpa – El diputado Jari Dixon, miembro del Partido Libertad y Refundación (Libre), ha manifestado su preocupación por el posible uso del sistema judicial como herramienta de persecución política en Honduras.
En recientes declaraciones, defendió la aplicación del Decreto de Amnistía Política, enfatizando que los jueces han sido rigurosos al evaluar cada caso y han rechazado numerosas solicitudes que no cumplían con los criterios establecidos.
«Si somos objetivos, los jueces rechazaron muchas solicitudes porque no cumplían con los requisitos. El decreto nunca fue un cheque en blanco», afirmó Dixon, subrayando la independencia y profesionalismo del poder judicial en estos procesos.
Como ejemplo de la aplicación estricta del decreto, mencionó el caso del exalcalde de San Pedro Sula, Rodolfo Padilla Sunceri, cuya solicitud de amnistía fue denegada.
«Así como este, hubo más de 40 casos que fueron revisados y rechazados. Los únicos que deciden son los jueces, es un tema de justicia», agregó el legislador, destacando que las decisiones judiciales se basan en criterios legales y no políticos.
Dixon alertó sobre los riesgos de continuar utilizando la justicia como medio para atacar a adversarios políticos. «Si vamos a seguir con este tema de judicializar la política, nos estamos metiendo en un gran problema», advirtió. En este sentido, hizo un llamado a la reflexión, señalando que su partido, actualmente en el poder, podría caer en la tentación de perseguir a miembros del gobierno anterior.
Sin embargo, enfatizó que las acciones legales deben basarse en hechos delictivos comprobados y no en diferencias ideológicas. «Si cometieron delitos, está bien que los metan presos, pero no solamente porque no estamos de acuerdo con lo que piensan o hacen», puntualizó.
El diputado hizo hincapié en que la amnistía debe entenderse como un mecanismo para perdonar procedimientos judiciales en casos específicos de persecución política, y no como una herramienta para promover agendas partidistas. «La amnistía es el perdón del procedimiento, no una excusa para imponer agendas políticas», concluyó Dixon.
