Tegucigalpa. – En una humilde vivienda de la colonia Villanueva del oriente de esta capital, son velados los restos mortales del joven Velis Antonio Baquedano Méndez de 27 años, quien es una de las cuatro víctimas que el sábado por la noche perdió la vida en los lamentables incidentes ocurridos en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Sobre el féretro de Velis Antonio se encuentra la bandera del Motagua, el equipo de sus amores y al que el sábado llegó a ver con todo el entusiasmo sin imaginarse que ese sería el último día que asistiría al Estadio Nacional para aupar a los azules.
Entre lágrimas y sollozos su madre, Reina Méndez Ruiz, relató que la última vez que vio con vida a su hijo fue precisamente el sábado antes de partir hacia el estadio con quien sostuvo una discusión porque ella le pidió que no fuera porque presentía que algo malo iban a ocurrir, pero el joven le insistió y le dijo yo voy a apoyar a mi Motagua. “No vaya papa hágame caso, mire que usted tiene dos niños y me los va a dejar solos”, le suplicó, pero no pudo detenerlo.
Apuntó que el joven no trabajaba y le toca a ella mantener el hogar, “él se llevaba en la casa, yo soy la que trabaja para sostenerlos a ellos, no pude hacer nada ese día y ese d´´ia me lo quitaron a él”.
Ahora pide que se haga justicia en este caso, “que paguen por lo que andan haciendo porque esto no se puede quedar así mi muchachito”.
Indicó que su hijo murió a causo de tres disparos de arma de fuego, así como una severa golpiza en la que le desfiguraron el cuerpo.
Señaló que su hijo aspiraba a conseguir un empleo para mantener a sus dos niños y le había prometido que iba a cambiar, porque ella asiste a la iglesia y le insistía en que Dios cambia y le decía yo oro por usted y le pido que me lo cuide, pero ese día las manos criminales acabaron con su vida.
Reiteró que pide a las autoridades que hagan justicia para que el crimen no quede impune y al presidente Juan Orlando Hernández le pide que interponga sus buenos oficios para llevar a los culpables ante los tribunales.
