Tegucigalpa – El exministro de Defensa y exfiscal general de Honduras, Edmundo Orellana, ha hecho un llamado urgente para que se libere a las Fuerzas Armadas de aquellas funciones que, según él, «conspiran contra su naturaleza y fines», empujándola hacia un terreno político que considera peligroso para la institución.
A través de su cuenta en la red social X, Orellana expresó su preocupación en respuesta al reciente pronunciamiento de la institución castrense que respaldó a la junta de comandantes tras los polémicos incidentes ocurridos durante las elecciones primarias del pasado 9 de marzo.
«Urge liberar a Fuerzas Armadas de funciones que la exponen a situaciones que conspiran contra su naturaleza y sus fines, empujándola al terreno minado de la política», señaló enfáticamente el exfuncionario, quien recordó que el proceso electoral hondureño es de naturaleza civil y no castrense.
Las declaraciones de Orellana se producen en medio de un clima de tensión institucional, donde la imagen de las Fuerzas Armadas ha sido severamente cuestionada tras ser señalada como la principal responsable por los retrasos en la entrega del material electoral a los centros de votación durante los comicios primarios.
Esta controversia ha generado un enfrentamiento público entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Estado Mayor Conjunto, con acusaciones cruzadas que han escalado hasta convertirse en una crisis institucional que podría afectar la credibilidad del proceso electoral.
El llamado de Orellana pone sobre la mesa el debate acerca del papel que deberían desempeñar las Fuerzas Armadas en los procesos electorales, sugiriendo una revisión de las atribuciones que actualmente les otorga la legislación electoral hondureña, para evitar que la institución se vea involucrada en controversias políticas que podrían comprometer su neutralidad y legitimidad.
Analistas coinciden en que este tipo de cuestionamientos a las funciones electorales de las Fuerzas Armadas podría impulsar una reforma al marco legal que regula los procesos electorales en Honduras, especialmente de cara a las elecciones generales programadas para noviembre de 2025.