Taiwán y Estados Unidos iniciaron este lunes en Taipéi una ronda de negociaciones comerciales centradas en cuestiones de agricultura, medioambiente y trabajo, como parte de la denominada ‘Iniciativa Comercial EE.UU.-Taiwán sobre Comercio en el siglo XXI’, en marcha desde 2022.
En declaraciones a los medios de comunicación, la directora adjunta de la Oficina de Negociaciones Comerciales del Yuan Ejecutivo, Yang Jen-ni, reconoció que estas conversaciones resultan algo más complejas que las anteriores debido a los diferentes marcos regulatorios y legales existentes en torno a estos temas.
“Tener negociaciones en persona también significa que ambas partes están dispuestas a comunicarse mejor”, aseveró Yang, quien no desveló más detalles sobre el contenido de unas negociaciones que se celebrarán a puerta cerrada hasta el sábado.
Según cifras del Departamento de Agricultura estadounidense, Taiwán fue el séptimo mercado más grande para productos agrícolas y derivados de Estados Unidos el año pasado, alcanzando un valor de 3.744 millones de dólares (3.492 millones de euros).
De acuerdo a este mismo organismo, Estados Unidos fue el principal destino de las exportaciones agrícolas taiwanesas en 2023 con 935 millones de dólares (872 millones de euros), lo que supuso un 17 % del total de las ventas agrícolas de la isla al exterior ese año.
Este diálogo ocurre en el marco de la llamada ‘Iniciativa Comercial EE.UU.-Taiwán sobre Comercio en el siglo XXI’, bajo la cual la isla y el país norteamericano firmaron el año pasado una primera parte de un acuerdo parcial de comercio.
Aunque ese acuerdo comercial está muy lejos de ser un tratado de libre comercio, ha sido descrito por Taipéi como el pacto comercial más amplio entre ambas partes desde que Washington estableciera lazos diplomáticos con Pekín en 1979.
Ese acuerdo parcial es limitado, ya que cubre asuntos como los formularios de aduanas, las prácticas regulatorias y las medidas anticorrupción, pero no aborda los aranceles sobre determinados bienes ni las quejas taiwanesas sobre la doble imposición en Estados Unidos.
El Gobierno chino ya expresó su oposición a la firma de ese acuerdo parcial de comercio el año pasado, argumentando que es una violación de la política de “una sola China“.
Taiwán, adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949), se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.