Las azulgrana arrasan al Levante (7-0) para sumar su tercer título seguido, el cuarto en cinco años.
Por El País
Un año más, el Barcelona es el campeón de la Supercopa femenina. Por tercera temporada consecutiva, la cuarta en cinco años, las azulgrana levantan el primer título del curso después de arrasar sin piedad ayer al Levante (7-0). Lo han hecho este sábado en el Estadio Municipal de Butarque. Un trámite más. Las de Giráldez remataron un torneo prácticamente perfecto.
Entre el clásico contra el Real Madrid de las semifinales y la final ante el Levante, las azulgranas han anotado 11 goles y no han recibido ninguno. Y eso que llegaron a Leganés para esta semana de Supercopa sin varios de sus pilares (Alexia, Mapi León, Rolfö y Jana Fernández, lesionadas). Pero ni las ausencias son capaces de crearles preocupaciones.
Poco pudo hacer el Levante en su regreso a una final de Supercopa tres años después. Las granotas, que marchan segundas en la Liga F, tenían la esperanza de romper su racha ante las azulgrana: no ganan al Barça desde 2017 (un empate y 13 derrotas).
Tras vencer al Atlético en una agónica semifinal resuelta en la prórroga, Sánchez Vera planteó un esquema con dos líneas de cuatro muy juntas, casi sin espacio para que las culés se movieran en espacios intermedios. Todo el peso ofensivo recaía en Alba Redondo y, sobre todo, en Mayra Ramírez. La colombiana estuvo a punto de abrir el marcador nada más empezar después de un fallo de Cata Coll, excedida de confianza, pero Engen salvó la papeleta con un pie milagroso que sacó el balón sobre la línea. La mediapunta dispuso de otra ocasión a los pocos minutos, pero no acertó en el mano a mano.
El susto espabiló al Barça y despertó a la bestia. Giráldez pidió a la suyas que subieran la presión y en un abrir y cerrar de ojos, embotellaron al Levante en su campo. La resistencia granota duró apenas 10 minutos, cuando Salma Paralluelo anotó su primer gol de la noche, y quedó echa ruinas al terminar la primera parte, con el 5-0 luciendo en el marcador tras un auténtico vendaval. La delantera española abrió el marcador después de una gran asistencia de Hansen, que se sumó a la fiesta y marcó el segundo con un derechazo tras de recoger un rechace en el área. En la acción siguiente al gol de la sueca, Batlle puso el tercero en una jugada en la que Bonmatí estrelló el balón en el palo. El Barça no dejaba que el Levante alzara la cabeza y volvió a golpear con Salma y Hansen como goleadoras, certificando así la paliza con 45 minutos por delante.
La enorme distancia en el marcador favoreció un inició del segundo tiempo con más dominio del Levante. Giráldez, por su parte, retiró a Irene Paredes para dar entrada a Martina Fernández, de 19 años. Por primera vez en muchos minutos, las granotas se acercaron al área de Cata Coll, aunque sin materializarlo en ocasiones de peligro. La ganadora del Balón de Oro y el The Best, Aitana Bonmatí, no había tenido demasiado impacto en semifinales ante el Madrid, ni estaba siendo protagonista en la final.
Pero de un plumazo, la española se puso la capa de mejor jugadora del mundo, primero con la asistencia para el tercer gol de Hansen, y después con un gran tanto superando la salida de Holmgren. Con 7-0 en el marcador y más de media hora por delante, Giráldez retiró a Paralluelo, Hansen y Guijarro, para dar entrada a Oshoala, Vicky López y Claudia Pina. La madrileña fue de las más aplaudidas por el público de Butarque, debido a su pasado en el Madrid CFF, y estuvo a punto de dejar su marca en el partido de no ser por la gran parada de Holmgren. El dominio del Barcelona no fue tan apabullante en los últimos minutos, pero si lo suficiente para solventar la final sin un rasguño a pesar de los intentos del Levante por lograr el gol del honor. Pero este Barça no deja ni las migajas.
Con este nuevo trofeo, las azulgrana suman 23 títulos en sus vitrinas (ocho ligas, dos Champions, nueve Copas de la Reina y cuatro Supercopas). De los 13 últimos torneos nacionales, las azulgrana se han impuesto en 11, siendo esta su tercera Supercopa seguida. Desde 2020, las únicas competiciones españolas que se les han escapado son la Copa del año pasado y la Supercopa del 2021.
Pero este dominio no resta ambición al equipo de Giraldez, cuyo mayor deseo es lograr el histórico póker de títulos: “Este es el primero, si lo ganamos después iremos a por el siguiente”, sostenía Irene Paredes en la rueda de prensa previa a la final. “Somos ambiciosas, creo que nadie ha ganado nunca los cuatro títulos posibles en una temporada [Liga, Champions, Copa de la Reina y Supercopa]. Queremos seguir batiendo récords”, afirmaba la central. De momento, ya tienen el primero.