Tegucigalpa – El clásico más importante del año no defraudó las expectativas. En una final electrizante, el Motagua se impuso al Olimpia en su propia casa gracias a un autogol de José García al minuto 75, suficiente para sellar un marcador global de 2-1 y levantar el trofeo del Torneo Apertura.
La tensión se palpó desde el arranque, con un Diego Vázquez amonestado a los 15 minutos por sus reclamos desde el banco. El primer tiempo estuvo marcado por la polémica cuando Paz pareció abrir el marcador al 45′, pero el juez central anuló la anotación por fuera de juego.
La segunda parte comenzó con la misma intensidad. Sebastián Cardozo hizo estallar la tribuna azul al minuto 48 con lo que parecía ser el primer tanto, pero nuevamente el banderín se alzó para frustrar la celebración motagüense.
Sin embargo, el destino tenía preparado un desenlace dramático cuando José García, en un infortunado desvío, mandó el balón al fondo de su propia red al minuto 75, anotación que resultaría decisiva.
La victoria tiene un sabor especialmente dulce para los azules, que no solo conquistan el título sino que también rompen una racha adversa en clásicos contra su eterno rival.
Para el Olimpia, la derrota marca el fin de una era con la despedida de Pedro Troglio, quien cierra su exitoso ciclo con una amarga final.
El empate 1-1 de la ida cobró un valor fundamental en esta serie que quedará grabada en la memoria del aficionado hondureño, coronando a un nuevo monarca del fútbol catracho: el Ciclón Azul del Motagua.
