Las grandes tecnológicas se reafirman como las firmas más valiosas en Bolsa en compañía de la petrolera saudí Aramco.
Por El País
Los inversores se resisten a deshacer sus posiciones en las tecnológicas, especialmente en los grandes nombres estadounidenses. Aunque las exigentes valoraciones invitan a recoger beneficios, la fuerte generación de caja y las expectativas que giran alrededor de la inteligencia artificial (IA) ayudan a prolongar el rally. El mejor ejemplo de esta tendencia lo representa Microsoft que esta semana superó los tres billones de dólares de capitalización bursátil, una barrera que hasta el momento solo había logrado traspasar Apple. Desde principios de año se ha agudizado el pulso que mantienen ambas compañías por hacerse con la corona de cotizada más valiosa. La capitalización en Bolsa del gigante del software se sitúa al filo de los tres billones de dólares, frente a los 2,97 billones de la empresa de la manzana.
Las cuentas de cierre de 2023 pueden ser claves para decantar la balanza. La próxima semana ambas firmas harán públicos sus resultados en compañía de Alphabet, Amazon y Meta. Los analistas señalan que la IA y las aplicaciones acapararán la atención. “El optimismo que se cotiza es uno de los principales riesgos de cara a la publicación de unas cuentas que probablemente sean muy buenas, pero habrá que ver si convencen con las expectativas que presenten”, remarcan los analistas de Macroyield.
La agresiva subida de tipos del último año y medio, la reticencia de los bancos centrales a reducir las tasas y los ajustes de plantilla puestos en marcha parecen no ser un obstáculo para los siete magníficos. Estas cotizadas, en compañía de la petrolera saudí Aramco, se erigen como las firmas más valiosas y superan el billón de capitalización. Aunque en el arranque de año Barclays y otras firmas de análisis bajaron la recomendación al gigante de la manzana, Apple ha logrado recomponerse y en el inicio de año escapa a las caídas. Una tendencia que podría romperse la próxima semana si se confirma la preocupación sobre los inventarios y el estancamiento de sus ventas.
Desde que el pasado ejercicio Nvidia superara el billón de capitalización, el fabricante de tarjetas gráficas ha peleado por mantener el tono. Después de revalorizarse un 238,87% el año pasado, en las cuatro primeras semanas de 2024 se anota un 23%. Es decir, lidera las ganancias de las tecnológicas. Las fuertes revalorizaciones no asustan a los analistas. El 90,6% de las firmas que siguen al valor recomienda comprar acciones y el 9,4% cree que es una buena opción para mantener en cartera. Es decir, forma parte del selecto club de cotizadas que carecen de consejos de venta. Su capitalización ronda los 1,5 billones de dólares.
Por encima de Nvidia en lo que a capitalización se refiere se sitúa Amazon. En el arranque de año el gigante de la distribución online se anota un 3,8% y su valor en Bolsa alcanza los 1,6 billones de dólares. Los analistas esperan unos ingresos de 165.900 millones de dólares. La plataforma de computación en la nube (Amazon Web Services) es su principal fuente de beneficios y ha seguido ampliando su cuota de mercado hasta el 50,1%. Es decir, se cuela entre los 10 principales proveedores. Las firmas que siguen al valor en Bolsa se muestran esperanzados y, como en el caso de Nvidia, la mayoría (97,2%) siguen recomendando comprar acciones frente al 2,8% que aconseja mantener.
Los resultados de 2023 y la reunión de la Reserva Federal la próxima semana podrían llevar a Meta a perder la barrera del billón. Si el banco central de EE UU se muestra más agresivo de lo que el mercado espera, los inversores podrían aprovechar para bajar su exposición a las tecnológicas. La red social, que en los últimos años ha tenido que hacer frente a una avalancha de demandas judiciales, se anota un 11% este año y su valor en Bolsa hace equilibrios sobre el billón.
Al margen de las grandes tecnológicas, la única firma no estadounidense que supera la barrera del billón es Aramco. En 2022 cuando la Fed puso fin a los tipos cero y la guerra de Ucrania disparó los precios del crudo, la petrolera saudí llegó a coronarse como la cotizada más valiosa. A día de hoy su valor ronda los dos billones, una cifra que podría peligrar si los temores de desaceleración pasan factura a la demanda de crudo. Hasta el momento las tensiones en el mar Rojo y la reducción de la oferta por parte de la OPEP y sus aliados han ayudado a que el Brent se mantenga en los 80 dólares.
