Tegucigalpa – El coordinador de Insight Crime, Steven Dudley, compartió una perspectiva contundente sobre el impacto del juicio por narcotráfico del expresidente Juan Orlando Hernández, señalando que Honduras se enfrenta a una imagen profundamente dañada a nivel internacional como consecuencia de este proceso judicial.
En sus declaraciones, Dudley destacó que el juicio expone a Honduras ante una reputación ya deteriorada durante las últimas dos décadas debido a su presunta participación en actividades de narcotráfico, vinculando a las élites económicas y políticas más prominentes del país con este flagelo.
Subrayó que este deterioro de la imagen hondureña representa un golpe significativo para la percepción internacional de la nación centroamericana.
Además, Dudley enfatizó que el caso de Juan Orlando Hernández marca un punto crítico en la lucha contra el crimen organizado en Honduras, ya que al tratarse del expresidente, simboliza el pináculo del poder político y el involucramiento con el narcotráfico.
Expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que otros individuos de alto perfil estén implicados en el caso, dado que considera que Hernández representa el punto culminante de las investigaciones de larga data sobre la conexión entre el crimen organizado y la élite política del país.
En cuanto a las expectativas del juicio, Dudley señaló la necesidad de aclarar la supuesta participación directa o indirecta de Juan Orlando Hernández en actividades relacionadas con el narcotráfico, especialmente en comparación con su hermano, Juan Antonio «Tony» Hernández, cuya implicación ha sido más evidente.
Destacó que el proceso judicial enviará un mensaje claro tanto a los grupos delictivos como a los aspirantes políticos que puedan tener vínculos con el narcotráfico, reforzando la idea de que la justicia no será tolerante con aquellos que utilicen estas conexiones para obtener poder político.
En última instancia, Dudley instó a los hondureños a reflexionar sobre el sistema político del país, así como sobre los cambios en las dinámicas criminales y el manejo de las élites que influyen en la dirección de la nación.
Sugirió que el juicio representa un momento crucial para la introspección y el cambio en Honduras, instando a la sociedad a abordar los desafíos sistémicos que enfrenta en su lucha contra el crimen organizado y la corrupción.
