Tegucigalpa – Con la llegada del nuevo año, los hondureños albergan esperanzas y aspiraciones para que el 2024 supere al anterior, y en el centro de sus expectativas se encuentra la anhelada creación de empleos.
Este deseo colectivo se fundamenta en la urgencia de generar oportunidades laborales que no solo impulsen la economía, sino que también frenen la migración masiva, un fenómeno que recuerda la situación de los venezolanos refugiados en el país.
Un ciudadano expresó la importancia crucial de la estabilidad económica, destacando el empleo como el motor que puede activar el flujo financiero en la capital y mejorar las condiciones de vida de la población.
La creación de empleos no solo proporcionaría sustento económico, sino que también contribuiría a la adaptación y estabilidad social de la comunidad.
El economista Martín Barahona, ex presidente del CHE, subrayó la trascendencia de abordar la problemática del empleo desde una perspectiva sostenible. Enfatizó que la generación de empleos permanentes tendría impactos significativos tanto en el ámbito económico como en el social.
Un empleo estable no solo garantizaría ingresos, sino que empoderaría a los trabajadores para participar activamente en el mercado, satisfacer sus necesidades básicas y, en última instancia, fomentar una actitud más positiva y confiada hacia el sistema y el gobierno.
Numerosos economistas respaldan la idea de que la creación de empleo se erige como la solución clave para los desafíos económicos actuales, así como para evitar que más hondureños se vean obligados a emigrar en busca de oportunidades más prometedoras en el extranjero.
En el ámbito legislativo, la derogación de la Ley de Empleo por hora ha sido objeto de intensos debates. Esta medida, que afectó a miles de jóvenes al limitar las oportunidades laborales disponibles durante los meses de vacaciones, ha despertado preocupación y críticas.
La discusión en torno a esta ley refleja la necesidad de políticas laborales que fomenten la inclusión y brinden oportunidades de empleo significativas para la juventud hondureña.
En resumen, el clamor por la creación de empleo no solo resuena como una demanda económica, sino como un componente vital para el bienestar social y la estabilidad del país.
Las expectativas para el 2024 se centran en medidas efectivas que impulsen el empleo sostenible, generando un impacto positivo tanto en la economía como en la calidad de vida de la población hondureña.