El resultado de las elecciones regionales podrían suponer el regreso del líder independentista huido Carles Puigdemont, que anunció que volvería a España si era para ser de nuevo presidente de la Generalitat.
Por DW
Los 2.695 colegios electorales distribuidos por toda Cataluña han abierto sus puertas a las 09:00 horas para dar inicio a la jornada de votaciones que finalizará a las 20:00 de este domingo (12.05.2024). Están llamadas a ejercer su derecho a votar para elegir a los diputados ocuparán los 365 escaños del Parlament de Cataluña en la próxima legislatura un total de 5,75 millones de personas, de las cuales casi un cuarto de millón son jóvenes que lo harán por primera vez.
Entre las novedades de la jornada electoral de hoy, destaca que todos los colegios cuentan por primera vez con tabletas electrónicas para agilizar la transmisión de los datos del escrutinio a la Generalitat. Las tabletas servirán también para hacer fotos de las actas que se levanten en cada mesa, lo que permitirá cotejar los datos con los transmitidos utilizando la Inteligencia Artificial. A las 13:15 horas se informará del primer porcentaje de participación e incidencias de la jornada, datos que se actualizarán a las 18:15 horas. El Govern prevé que el escrutinio concluya sobe las 22:30 horas.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, busca demostrar el domingo que Cataluña dejó atrás el dominio independentista con una victoria de su Partido Socialista en las elecciones regionales frente a Carles Puigdemont, líder de la tentativa secesionista de 2017, cuando hizo una confusa declaración de independencia que, en cualquier caso, no fue reconocida. «Se necesita un cambio el próximo 12 de mayo y eso solamente lo puede liderar el Partido Socialista», arengó el viernes Sánchez junto al candidato de su partido, Salvador Illa, en el mitin de cierre de campaña en Barcelona.
«Es o Salvador Illa o bloqueo. O entendimiento y avance social o parálisis y bloqueo», agregó entre aplausos. Muy presente en la campaña catalana, Sánchez también se juega mucho en estas elecciones, apenas medio año después de iniciar un nuevo mandato en noviembre. Unos resultados contundentes en esta región clave le permitirían relanzar una legislatura complicada por la dura oposición de la derecha y por la apertura de una investigación judicial contra su esposa, tras la que llegó a plantearse dimitir hace dos semanas, cosa que, finalmente, no hizo.
Su gobierno impulsa una controvertida ley de amnistía para los independentistas con causas judiciales, concedida a cambio del apoyo de los partidos catalanes para conseguir su nuevo mandato a finales del año pasado. Esta amnistía, que el Parlamento español debe aprobar definitivamente en las próximas semanas, abrirá la puerta de regreso a España a Puigdemont, seis años y medio después de su huida a Bélgica para eludir a la justicia española, aunque ya advirtió que volvería sólo para ser ‘president’ (‘presidente’ en catalán) de Cataluña. Si no lo consigue, ya avanzó su intención de retirarse de la política local.
«Este domingo este movimiento que querían vencido (…) dará un puñetazo sobre la mesa», lanzó el viernes en su mitin de cierre en el sur de Francia, desde donde hizo su campaña porque todavía no puede cruzar la frontera sin riesgo de ser detenido. «Señores de Madrid, prepárense porque ya vamos», remachó, confiando en la remontada de las encuestas, quien presidía el gobierno catalán durante la tentativa de secesión.
