Las elecciones municipales en Nicaragua concluyeron el domingo, tras una jornada electoral con poca afluencia de votantes y cuestionada por denuncias de arrestos de opositores y otros hechos de violencia política.
Por AP
Los 3.106 centros de votación instalados para el sufragio de unos 3,7 millones de nicaragüenses mayores de 16 años y responsables de elegir a 153 alcaldes, 153 vicealcaldes y más de 6.000 concejales cerraron a las 18:00 locales (00:00 GMT del lunes).
En una primera evaluación de la jornada, el observatorio independiente Urnas Abiertas señaló que los comicios se realizaron “bajo un control absoluto” del gobernante Frente Sandinista en los territorios, donde las personas estuvieron “vigiladas por el oficialismo cuadra a cuadra” para obligarlas a votar o para asediarlas en caso de ser opositores.
Según el informe, los trabajadores del Estado fueron “presionados” a votar y en el 63% de los centros de sufragio observados “se comprobó la instalación de puestos de control” y vigilancia por parte de operadores políticos sandinistas, para saber quiénes acudían a votar y quiénes no.
En un 42 % de los centros de votación observados, hubo casos de personas que no se encontraron en el padrón en electoral, algunas de las cuales fueron “agredidas y expulsadas” del recinto, mientras en un 41 % de centros se detectó “proselitismo político” ya que había afiches del partido sandinista y personal electoral vestido con propaganda partidaria, indicó Urnas Abiertas.
El organismo elevó a 17 la cifra de personas detenidas en el contexto electoral, con arrestos ocurridos del 1 al 6 de noviembre en seis departamentos del país (Carazo, Managua, Masaya, Nueva Segovia, Rivas y Río San Juan).
El presidente Ortega llegó a votar a un centro situado en el reparto El Carmen, acompañado por su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y sus hijas menores, Camila y Luciana, que también sufragaron.
La titular del Consejo Supremo Electoral aseguró haber constatado “afluencia en todos los centros de votación”, mientras voceros de la oposición dijeron que la participación ciudadana en las urnas ha sido “mínima”.
Mientras tanto, decenas de nicaragüenses exiliados en Costa Rica salieron a las calles de San José en una marcha de “repudio a la farsa electoral”.
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