Tegucigalpa – El proyecto de Ley de Justicia Tributaria que está generando mucha controversia en Honduras se ha convertido en una preocupación genuina para muchos, incluyendo al expresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Luis Larach.
Según él, la ley no contribuye a la generación de empleo y ahuyenta la inversión, creando más polarización en el país.
Además, el empresario criticó duramente al gobierno actual, diciendo que están actuando igual o peor que los gobiernos anteriores que criticaban.
Larach enfatizó la necesidad de prevalecer el diálogo para buscar soluciones por el bien de Honduras, pero cuestionó la convocatoria de la presidente Xiomara Castro al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad para deducir responsabilidades a promotores de movilizaciones en Choluteca por la Ley de Justicia Tributaria.
El empresario cree que la población hondureña necesita seguridad y empleo, y que estos temas deben ser la prioridad del gobierno. Sin embargo, reconoció que no se puede culpar solo a este gobierno, ya que todos los sectores han fallado históricamente.
Larach cree que para corregir la situación actual en Honduras, es necesario atraer más inversión.
Pero este proyecto de ley está ahuyentando la poca inversión que ya se tiene y obstaculizando la llegada de inversiones en el futuro, lo que significa menos empleo y más inmigración.
Además, lamentó que Honduras se esté quedando sin su gente valiosa, incluyendo a trabajadores y empresarios.
El expresidente de Cohep enfatizó la necesidad de reflexionar y fortalecer el sistema democrático en Honduras.
Si se permiten debilidades y atropellos al balance de poderes, se llevará a Honduras al caos. Larach recordó que el pueblo hondureño no quería dictaduras ni concentración de poder, sino un estado de derecho y democracia.
Larach destacó que se tiene que actuar a tiempo para evitar tragedias como las que están sucediendo en Nicaragua, Venezuela y Cuba. No se puede permitir que Honduras caiga en una situación similar.
A pesar de los inconvenientes y amenazas, el sector privado nunca abandonará el espacio de diálogo, ya que eso sería lo último que los hondureños deberían hacer. Siempre abogarán por buscar soluciones a tiempo y por el bienestar del país.