Tegucigalpa. – Bautizada originalmente como Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa y Heredia, la capital hondureña cumple este martes 29 de septiembre 442 años de una profunda historia, que la vuelven particular y diferente con respecto al resto de ciudades en Honduras.
En un histórico y atípico 29 de septiembre la capital del país conmemora su aniversario, y aunque el tradicional “Carnaval de San Miguel Arcángel” no se realizará por la crisis sanitaria que atraviesa Honduras y el mundo a causa de la pandemia del coronavirus, los capitalinos tienen presente esta fecha especial.
La mejor demostración de amor a su ciudad y su gente se ve reflejada en el sacrificio de cada uno de los héroes en primera línea de batalla contra el Covid-19, que desde los hospitales capitalinos, centros de triaje, centros de salud y brigadas médicas casa por casa, velan por la salud.
El nombre Teguz-galpa de la ciudad se deriva de la lengua indígena nahua que significa cerro de plata, pero uno de los grandes debates en torno a la capital, es la fecha en la que verdaderamente fue fundada, ya que no existe un registro como tal.
En esa época, Tegucigalpa era el principal centro de la actividad minera, en donde se extraían grandes cantidades de plata y oro, por lo que también se le conoce como el Cerro de Plata.
Este fuerte impacto económico fue el que ocasionó que el 2 de noviembre de 1880, durante la administración de Marco Aurelio Soto, fuera proclamada oficialmente como la capital de Honduras, un título que conserva hasta la fecha. Es decir que de Comayagua, la sede de la capital fue trasladada hasta lo que hoy es el Distrito Central compuesto por las dos ciudades gemelas Comayagüela y Tegucigalpa.
El casco histórico de Tegucigalpa es uno de los lugares más ricos en cultura en la región, debido a que sus edificaciones conservan las arquitecturas atractivas de la época colonial, mismas que redactan con sus fachadas, un pedazo de la rica historia que posee Honduras.
El progreso y la industrialización, han ido transformando la quietud y calma que prevalecía en los cerros, no obstante, aún se mantienen las calles estrechas, como un vivo reflejo de aquella época, que, a pesar del paso del tiempo, siguen brindando la misma funcionalidad.
Durante los dos períodos de administración del actual alcalde Nasry Juan Asfura, la ciudad ha sufrido una profunda transformación estructural a través de túneles y pasos a desnivel y otras obras que la han convertido en una verdadera metrópoli.
