El Papa Francisco saluda al cardenal y arzobispo de Buenos Aires Mario Poli en un encuentro en plaza San Pedro.
En un hecho sin precedentes en la Iglesia católica en el país por la relevancia de la jurisdicción eclesiástica involucrada, el Vaticano detectó una serie de transacciones económicas irregulares que involucran la venta de inmuebles y alquileres a precios muy menores a los de mercado en el arzobispado de Buenos Aires. Esa maniobra habría beneficiado a supuestos “asesores financieros” de la curia porteña y fue detectada tras una auditoria que ordenó el Papa Francisco y fue efectuada por dos enviados de la Santa Sede.
Por: Clarín
En un primer informe de la auditoria efectuada en octubre pasado al arzobispo porteño, cardenal Mario Poli, máximo responsable, al que tuvo acceso Clarín, el Vaticano le advierte que no se cumplieron las normas eclesiásticas establecidas sobre transacciones de bienes de la Iglesia y lo exhorta a limitarse a realizar las transacciones “estrictamente necesarias”, dado que el 29 de noviembre cumplirá 75 años, edad en la que los obispos deben elevar su renuncia al Papa.
Poli viajó esta semana a Roma y el jueves será recibido por Francisco, pero en medios eclesiásticos se señaló que se trata de un viaje programado en el que el cardenal le entregará al Papa las conclusiones de un sínodo que realizó la arquidiócesis porteña. Y que además, añadieron, visitará diversos organismos vaticanos de los cuales forma parte. Por eso, aseguraron, hace tiempo su ausencia del plenario de obispos que sesiona estos días en Pilar.
El informe no menciona operaciones concretas, pero si advierte por la falta de conformación del Colegio de Consultores y del Consejo de Asuntos Económicos de la arquidiócesis, integrado por sacerdotes y laicos, que deben supervisar las transacciones, y recuerda que cuando el monto supera los trescientos mil dólares debe consultarse a la Santa Sede.
Además, le pide al cardenal Poli la exclusión de “encargos y responsabilidades, incluso informales, en la gestión administrativa” del padre Martín Bracht, párroco de una iglesia de Palermo. “Se ha podido constatar una dudosa transparencia en sus acciones, una búsqueda desmedida de protagonismo, incluso en detrimento de sus hermanos sacerdotes”, dice el informe.
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