Tegucigalpa – El miércoles, la presidenta Xiomara Castro participó en la Cumbre por la Democracia organizada por el vicepresidente estadounidense Joe Biden, donde se discutieron varios temas importantes. Estados Unidos extendió la primera invitación de Honduras y asisten al menos 120 líderes mundiales.
Castro instó a los miembros de la audiencia a defender la democracia sin ningún tipo de discriminación durante su discurso y trabajar juntos por la justicia, la paz y el mundo.
La mandataria reconoció que Honduras es una de las 46 naciones menos desarrolladas del mundo, pero insistió en que tras el golpe de Estado contra su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, “no hubo un solo día en que no se haya invocado a la democracia”.
El presidente hondureño, único representante de Centroamérica invitado por Estados Unidos a la Cumbre, continuó: “Muchos de nosotros y mis compatriotas pagamos con exilio y sangre el precio de luchar por la democracia y contra el narcoestado”.
También afirmó que, previo al derrocamiento de su esposo y actual asesor, Manuel Zelaya, su gobierno estaba trabajando “con la resistencia por medios pacíficos en la refundación porque destruyeron lo poco que habíamos avanzado” en democracia.
Porque no puede haber democracia sin justicia y sin el bienestar de toda la sociedad, Castro aseveró que es imposible salir de las sombras sin alterar el modelo de explotación que destruye tanto a la naturaleza como al ser humano.
Hizo esta referencia a los 12 años de gobierno nacionalista que siguieron al golpe, ocho de los cuales fueron presididos por el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), quien actualmente es juzgado en Estados Unidos por narcotráfico.
Según Castro, “Quienes apadrinaron la dictadura supieron siempre de su asociación ilícita con la corrupción y el crimen organizado, al final, todo se confirmó cuando se llevaron a cárceles neoyorkinas al que dirigió esta barbarie”.
Castro afirmó que la democracia “es la mejor forma de gobierno para elevar la condición humana a estados superiores de desarrollo, material cultural y espiritual”.
Agregó que “el mundo de hoy dista mucho de ese horizonte, y por el contrario, en defensa de la democracia se promueven guerras, chantajes financieros, bloqueos y la discriminación de unos pocos sobre miles de millones de seres humanos”.
Además, aseveró que “la desigualdad y la dependencia económica asociada con la violencia y la miseria creciente en medio de un ambiente privatizador de monopolios, ha creado un mundo desigual y polarizado”.
Con la cita del “pensador José Cecilio del Valle: Las fuerzas que unidas serían inexplicable se enervan estando divididas”, la gobernante concluyó su intervención llamando a la concordia, la justicia y la paz.
