Tegucigalpa – Un nuevo giro en el caso de las amenazas contra la consejera electoral Ana Paola Hall surgió cuando el exintegrante del Consejo Nacional Electoral (CNE), Germán Lobo, señaló que las intimidaciones podrían estar motivadas por intereses económicos relacionados con contratos institucionales, más allá de las aparentes motivaciones políticas.
La revelación añade una dimensión adicional a la controversia, considerando que Hall había relacionado directamente las amenazas con su papel como consejera a cargo de las elecciones primarias y su futura presidencia en las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre.
«Más que política, yo creo que hay otro tipo de intereses, que puede ser el interés de alguien que quiere sentirse beneficiado por algún contrato que se ventila al interior del CNE», expresó Lobo, sugiriendo la posible existencia de presiones relacionadas con procesos de contratación dentro de la institución electoral.
El exconsejero hizo un llamado enfático a los responsables de las amenazas, señalando que estas acciones son perjudiciales tanto para la democracia como para el desarrollo del país, e instó a cesar cualquier intento de vulnerar el proceso electoral en curso.
Esta nueva perspectiva sobre las amenazas contra Hall plantea preocupaciones adicionales sobre la integridad de los procesos electorales en Honduras y la necesidad de proteger a los funcionarios electorales de presiones externas, sean estas de naturaleza política o económica.