Finlandia cerró el último cruce fronterizo que quedaba con Rusia el miércoles en medio de crecientes tensiones políticas con su vecino oriental.
Por AP
La decisión de cerrar toda la frontera de 1.340 kilómetros (830 millas) fue tomada por el gabinete del primer ministro Petteri Orpo el martes, ante temores de que Moscú esté atrayendo migrantes allí en una “guerra híbrida” para desestabilizar al país tras su ingreso a la OTAN.
El último cruce fronterizo que quedaba, el de Raja-Jooseppi, en la región ártica de Lapland y ubicado a unos 250 kilómetros (155 millas) de la ciudad noroccidental rusa de Murmansk, fue clausurado a las 2 p.m. del miércoles.
Ville Ahtiainen, subcomandante de la Guardia Fronteriza Finlandesa en Lapland, dijo a reporteros que el cruce fronterizo Raja-Jooseppi estuvo tranquilo las cuatro horas que estuvo abierto el miércoles, con el paso de unos pocos vehículos desde y hacia Rusia. La frontera no se puede cruzar a pie.
Ningún migrante intentó cruzar hacia Finlandia por Raja-Jooseppi el miércoles, dijo.Las autoridades finlandesas dicen que unos 1.000 migrantes sin visas ni documentación válida han llegado a la frontera desde agosto, 900 de ellos solo en noviembre.
Finlandia forma gran parte del flanco oriental de la OTAN y actúa como la frontera externa de la Unión Europea al norte.Los migrantes provienen de países como Afganistán, Eritrea, Etiopía, Irak, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen, y la gran mayoría ha solicitado asilo en Finlandia una vez llegaron al lado finlandés de la frontera, dicen autoridades.Finlandia acusa a Rusia de atraer a los migrantes deliberadamente a la zona fronteriza, que del lado ruso es patrullada intensamente por el Servicio Federal de Seguridad ruso conocido como la FSB.
El cierre formal de la frontera de Finlandia entra en vigencia a la medianoche del miércoles pero, en la práctica, el cruce Raja-Jooseppi iba a ser el único punto de cruce que iba a permanecer abierto luego que el gobierno hace pocos días cerró otros siete puntos de cruce.
