Faltan dos semanas para que entre en vigor la nueva ley contra inmigrantes indocumentados en Florida, pero los efectos ya se sienten en varios condados.
Por El Diario NY
“Conozco personalmente a personas que han dejado el estado”, dijo el pastor José Cadena del Centro Vida Nueva en Bradenton al canal WTSP, debido a la aplicación de la ley impulsada por el gobernador Ron DeSantis.
El proyecto de Ley del Senado 1718 contempla varias restricciones contra quienes ayuden a indocumentados y su objetivo es evitar que estos inmigrantes obtengan trabajo y otros beneficios.
La ley se enfoca en los “efectos peligrosos de la inmigración ilegal”, según los defensores de la ley, pero ha desatado críticas de organizaciones civiles y en defensa de los inmigrantes.
El pastor Cadena, quien fue indocumentado, contó que hay trabajadores que conoce que han dejado sus empleos en la construcción y áreas de servicio, como limpieza en hoteles.
Advirtió que pronto habrá efectos en otras industrias, como la agricultura.
La ley exige a las empresas con más de 25 empleados a utilizar el sistema E-Verify para contratación, el cual permite confirmar que una persona tiene autorización de empleo en Estados Unidos.
Hay restricciones sobre el transporte, ya que se castigará a cualquier persona que traslade a un indocumentado hacia Florida, incluso si es su familiar.
Los indocumentados podrían no tener atención médica, ya que los hospitales que aceptan Medicaid deben incluir una pregunta de ciudadanía en sus formularios de admisión.
Incluso la ley SB 1718 también invalida las licencias de conducir de otros estados emitidas a personas indocumentadas.
Según un reporte de CBS News con base en el Instituto de Políticas de Florida, la entidad podría perder el 10 por ciento de su fuerza laboral, lo cual costaría $12,600 millones de dólares en un año.