Madeleine McCann y el principal sospechoso de haberla raptado y asesinado, Christian Brueckner (Policía de Alemania)
Los investigadores del caso Madeleine McCann han encontrado nuevas pruebas en la furgoneta del principal sospechoso, el alemán Christian Bruckner. Según el periódico británico ‘The Sun’, se trataría de fibras de su pijama rosa, el que llevaba la niña británica de 3 años cuando desapareció la noche del 4 de mayo de 2007 en un apartamento de Praia da Luz, en el Algarve portugués. El mes pasado, cuando se presentó la acusación formal contra el pedófilo y violador alemán, se dio a entender que no había pruebas nuevas y que la causa se abría con pruebas forenses, para evitar que la pena de prisión que está cumpliendo Bruckner y que está a punto de concluir, derivase en una libertad que permitiera desaparecer al principal sospechoso del caso.
Por abc.es
Pero ‘The Sun’ asegura que, en una incisiva entrevista en la televisión portuguesa, el investigador Hans-Christian Wolters se vio obligado a reconocer la existencia de nuevas pruebas.
«Nuevos hechos y nuevas pruebas» en el caso, habrían sido sus palabras, de manera que no se trataría de pruebas forenses, sino evidencias físicas y, «gracias a nuestras pruebas, estamos seguros de que es el asesino de Madeleine McCann. Estamos seguros de que él mató a Madeleine», dijo en la entrevista realizada por la periodista de la televisión portuguesa Sandra Felgueiras, en el 15º aniversario de la desaparición de Madeleine McCann. Cuando sus padres la dejaron durmiendo en la habitación del complejo de Praia da Luz, sin vigilancia por parte de ningún adulto y mientras iban a cenar con unos amigos a un restaurante cercano, la niña de tres años vestía un pijama rosa con estampado de Winnie the Pooh.
Nunca antes se había encontrado ningún rastro, ni de la niña ni del pijama. Pero recientemente surgieron rumores de que se había encontrado algo en el vehículo de marca Volkswagen y color amarillo y blanco que Christian Brueckner conducía en ese momento. Felgueiras le preguntó a Walters si era cierto que encontraron algo perteneciente a Madeleine en la caravana de Christian Brueckner y Wolters respondió: «No puedo comentar los detalles de la investigación». Ante la insistencia de la periodista, «pero no puedes negarlo, ¿verdad?», terminó reconociendo que «no quiero negarlo», aunque luego matizó su declaración y agregó que no podía decir nada « porque el sospechoso aún no ha sido denunciado». Según la ley alemana, los detalles de una investigación policial no pueden hacerse públicos hasta que el sospechoso y su equipo legal reciban todos los detalles del caso en su contra y esa sería, seguramente, la causa de su silencio.
Christian Brueckner, de 45 años, siempre ha negado cualquier participación en el secuestro de Madeleine. Esta semana afirmó que estaba a kilómetros de donde se llevaron a Madeleine McCann y que estaba practicando sexo en su camioneta con una mujer dispuesta a respaldar su coartada. Sin embargo, cualquier rastro de ADN o forense que vincule a Christian Brueckner con Madeleine seguramente acelerará los esfuerzos policiales para finalmente acusarlo de su secuestro y asesinato, siempre según The Sun.
Sospechoso oficial
En caso de seguir con vida, muy poco probable, Madeleine acabaría de cumplir 18 años. Desde hace casi dos años se sabe que la BKA alemana y la fiscalía de Braunschweig creen que el abusador de niños Christian Brückner, de 45 años actualmente, es el hombre que secuestró y asesinó a Maddie, aunque hasta el momento no han podido demostrarlo. Las autoridades portuguesas han hecho de Brückner el sospechoso oficial en el caso Maddie. Pero lo que muchos interpretaron como un gran avance fue en realidad un movimiento táctico: al convertir a Brückner en sospechoso, los portugueses están evitando que el crimen prescriba. Para poder condenar al sospechoso como el asesino de Maddie, a los investigadores alemanes les falta una pieza crucial del rompecabezas. El ominoso interlocutor, por ejemplo, con quien se dice que Brückner telefoneó desde Praia da Luz la noche del crimen.
Podría testificar que el sospechoso estaba en la escena del crimen. Tal como están las cosas, Brückner siempre podrá afirmar que solo su teléfono móvil estaba cerca del ‘Ocean Club’, pero no él. Hasta el momento, Brückner no ha hablado con los investigadores. Si tuviera una coartada y pudiera probarla, la investigación se habría derrumbado como un castillo de naipes hace mucho tiempo. De momento, intentan seguir ganando tiempo. Es muy posible que en las próximas semanas se decida si Brückner será acusado de otros delitos, una especie de «captura incidental» de la investigación de Maddie: por la violación de una mujer irlandesa en Portugal en 2004 y por abuso sexual de niños en dos casos.«La Fiscalía parece concentrarse en la conclusión de otras investigaciones contra Christian B.», sospecha el abogado Fülscher. «Debe haber un avance oportuno en estos procedimientos».