Tegucigalpa – El 22 de febrero pasado, durante el juicio por narcotráfico que enfrenta el ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández en los Estados Unidos, su abogado defensor hizo una afirmación impactante. Aseguró que Héctor Manuel Zelaya estuvo presente en una reunión donde se habría planificado el asesinato del zar antidrogas Arístides González.
El abogado expresó al salir del juicio: «Uno de los hijos del expresidente -José Manuel- Zelaya, el mayor, no sé como se llama (…) estaba en la reunión, el hijo mayor estaba en la reunión». Estas declaraciones generaron un revuelo considerable, especialmente porque Héctor Zelaya es el hijo y secretario privado de la presidenta Castro.
Ante estas acusaciones, Héctor Zelaya respondió enfáticamente, sugiriendo que en el momento de la supuesta reunión, él se encontraba fuera de Honduras. Subrayó su ausencia del país como evidencia sólida para desmentir las acusaciones de Juan O. Hernández. Además, compartió documentos como su visa y licencia de conducir de los Estados Unidos para respaldar sus afirmaciones.
Zelaya también sugirió que estas acusaciones formaban parte de un plan para distraer la atención del involucramiento de su padre en el golpe de Estado de 2009. En un mensaje en sus redes sociales, lamentó que algunos estuvieran dispuestos a difamar en defensa de un «extraditado narcopolítico» como JOH, refiriéndose al ex presidente Hernández.
En medio de estas acusaciones, se recuerda el trágico asesinato del director de la Lucha contra el Narcotráfico, Julián Arístides González Irías, ocurrido el 8 de diciembre de 2009. Este evento vuelve a poner de relieve la compleja trama de narcotráfico y corrupción que ha marcado la política hondureña en los últimos años.
Héctor Zelaya concluyó su mensaje con el hashtag «los narcos son ellos», apuntando directamente al ex presidente Hernández y sus allegados.
El juicio de Juan Orlando Hernández ha sido escenario para mencionar a diferentes funcionarios y ex funcionarios públicos, incluidos los expresidentes Porfirio Lobo Sosa y Manuel Zelaya. Estas menciones revelan la profundidad de la red de corrupción y narcotráfico que se investiga en este proceso judicial de gran trascendencia para Honduras y la región.