La rivalidad en el deporte trasciende en ocasiones lo relativo a la competición y un ejemplo de ello es lo que sucedió a raíz de la primera y única vez que los Lakers de Magic Johnson y los Bulls de Michael Jordan se enfrentaron en las finales de la NBA. Corría el año 1991 y la victoria caía del lado de los de Illinois dando comienzo a una gloriosa era cuyas consecuencias pagan hoy todos los deportistas de equipos profesionales de las principales competiciones del país.
“Los atletas profesionales pagan impuestos en todos los estados por culpa de Michael Jordan”, asegura Joe Pompliano, experto en lo que se refiere al mundo de los negocios aplicados al deporte, en una historia que comparte en su perfil de Twitter.
“Estamos en 1991 y Chicago se vuelve loco porque Michael Jordan y los Bulls acaban de vencer a los Lakers para hacerse con el primero de sus seis campeonatos de la NBA. Pero después de la celebración, la ciudad de Los Ángeles está tan amargada que decide vengarse”, señala Pompliano.
“Llaman al contable de Michael Jordan y le comunican que van a implantar un impuesto sobre la renta de no residentes para los deportistas visitantes, lo que significa que aunque Michael Jordan no viva en California, debe impuestos por el dinero que ganó mientras jugaba en Los Ángeles durante las finales de la NBA”, añade el experto.
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