Tegucigalpa – El Gobierno de Honduras ha anunciado la extensión del «estado de excepción parcial» hasta el 17 de noviembre del presente año. Esta medida se encuentra en vigor desde diciembre de 2022 y se ha implementado con el propósito de reducir los niveles de violencia en al menos 158 de los 298 municipios del país. La información fue confirmada por el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Edgardo Barahona, quien explicó que esta prórroga permitirá continuar con las acciones destinadas a combatir la violencia y diversos delitos, como la extorsión.
Es importante destacar que esta extensión del estado de excepción parcial no restringirá la circulación de las personas, ya que su enfoque principal radica en la lucha contra la delincuencia. Desde su implementación, esta medida ha contribuido a la detención de más de 5,000 personas vinculadas a estructuras criminales, en particular a maras y pandillas que operan en el territorio hondureño.
Además, el Gobierno hondureño ha señalado que durante el año 2023 se ha observado una reducción en la tasa de homicidios en comparación con el mismo período del año anterior. Esto se traduce en 455 víctimas mortales menos, con un total de 2,306 casos en lo que va del año. Estos indicadores positivos se atribuyen en parte a las operaciones focalizadas que se realizan en los municipios considerados más violentos del país, gracias al decreto ejecutivo que habilita a la Policía Nacional y otros organismos de seguridad para llevar a cabo estas acciones.
El «impuesto de guerra», que consiste en la extorsión a empresarios y negocios locales por parte de pandillas y maras, ha sido un problema creciente en Honduras en las últimas décadas. Numerosos empresarios, especialmente aquellos de micro, pequeñas y medianas empresas, se han visto obligados a cerrar sus negocios o desplazarse internamente debido a esta amenaza. El transporte público, incluyendo buses urbanos e interurbanos, así como taxis, ha sido uno de los sectores más afectados, con muchos conductores siendo víctimas de violencia y extorsión.
Las «maras» y pandillas, formadas por jóvenes y adultos, han ejercido su control en diversos barrios hondureños, utilizando tácticas de intimidación, persecución, extorsión y asesinato. Esto ha contribuido a una alarmante cifra de muertes violentas en el país, con un promedio diario de entre diez y quince personas fallecidas debido a la violencia criminal. La extensión del estado de excepción parcial busca abordar este problema y continuar trabajando en la reducción de la violencia en Honduras.