Tegucigalpa – La crisis energética en Honduras sigue intensificándose, con pronósticos de «días difíciles» para el Sistema Interconectado Nacional, según ha alertado el gerente general interino de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Erick Tejada.
Esta situación podría traducirse en una serie de apagones extendidos a medida que el país intenta gestionar una infraestructura energética problemática y una deuda masiva.
Tejada explicó que el desafío actual deriva de las condiciones climáticas adversas y las deficiencias en la infraestructura que requieren inversiones urgentes en la red de transmisión y distribución.
«Estamos enfrentando una situación crítica, con aproximadamente 5 a 10 días complicados por delante, hasta que las lluvias alivien la presión sobre el sistema,» señaló. Estos comentarios llegaron durante una revisión de las operaciones energéticas que aún sufren el impacto de una deuda que excede los 75 mil millones de lempiras.
Pese a las propuestas previas de dividir y privatizar partes de la ENEE, el gobierno actual ha decidido tomar un rumbo diferente, buscando rescatar y reforzar la entidad estatal en lugar de fragmentarla y venderla.
«Aunque la división de la ENEE fue considerada, optamos por revitalizarla y fortalecerla, comprometiéndonos a mejorar el suministro y la infraestructura de energía,» afirmó Tejada.
La Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) también ha intervenido, con comisionados realizando visitas técnicas al Centro Nacional de Despacho (CND) para supervisar de cerca la gestión y operación de la red.
Estas acciones forman parte de un esfuerzo mayor para garantizar que Honduras pueda enfrentar y superar los retos actuales, no solo en el ámbito de la energía, sino también en el manejo de las repercusiones de la crisis climática que agrava el panorama.
La situación demanda una respuesta rápida y efectiva para evitar un colapso total del sistema energético en momentos críticos, asegurando así la estabilidad y el desarrollo económico del país.
El gobierno y la ENEE se encuentran en una carrera contra el tiempo para implementar soluciones que permitan superar la crisis actual y prepararse para futuros desafíos energéticos.
