Tegucigalpa – La lucha contra la trata de personas en Honduras ha estado en el centro de atención debido a la complejidad y gravedad de este delito que ha afectado al país en múltiples dimensiones.
Jorge Valladares, director de Proyecto Futuros Brillantes de World Vision Honduras, ha destacado la naturaleza transnacional de la trata de personas, la cual califica como una forma de esclavitud.
Honduras se ha convertido en un país de origen, tránsito y destino para las víctimas de este delito.
La Ley Contra la Trata de Personas de 2012 fue un paso importante para abordar este problema, alineando al país con principios jurídicos internacionales. Valladares enfatiza que Honduras se encuentra en una situación única, ya que es tanto un país de origen, tránsito como destino para las víctimas de la trata.
Uno de los aspectos más alarmantes es el número de niños y niñas que viajan en condiciones precarias, muchos de ellos solos. Datos oficiales indican que hasta el 14 de julio de 2023, 3,482 niños habían retornado al país, de los cuales 1,449 eran niñas y 2,033 niños.
De estos, 1,307 viajaban solos y 2,175 acompañados. Este fenómeno es un indicador claro de que los niños y niñas están siendo sometidos a situaciones anómalas y peligrosas.
Honduras también lidera la detección de infantes que viajan solos en las fronteras de Estados Unidos, México y Guatemala. Sin embargo, esta es solo una parte de la historia, ya que existe un número significativo de niños que viajaron sin que nadie se enterara de su destino.
Valladares destaca que la trata de personas es el resultado de una compleja combinación de factores, que incluyen la pobreza, la violencia y la migración forzada. Para abordar este problema, se requiere una respuesta integral que incluya medidas penales y el combate contra las redes transnacionales y nacionales involucradas en este delito.
El experto también señala que existen personas en el país que desempeñan un papel crucial al identificar y captar a las víctimas con falsas promesas de trabajo en el extranjero, como el modelaje.
Además, existe una industria que facilita la movilización de migrantes, muchos de los cuales se convierten en víctimas de la trata.
La falta de denuncia y la normalización de este delito en la sociedad son obstáculos importantes para abordar la trata de personas. Valladares subraya la necesidad de fortalecer las técnicas de investigación criminal para combatir eficazmente este delito.
Las víctimas a menudo no denuncian ni se identifican como tales, lo que complica aún más la tarea de las autoridades.
Según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), entre 2019 y 2021, se investigaron alrededor de 320 casos de trata de personas en su mayoría relacionados con la explotación sexual y el trabajo forzado.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, este sigue siendo uno de los delitos más perjudiciales para Honduras.
La Policía Nacional ha recibido denuncias y ha emprendido acciones contra la trata de personas, pero la vulnerabilidad de las personas debido a la falta de empleo, bajos niveles de educación y la violencia sigue siendo un problema fundamental.
Hasta el tercer trimestre de 2023, se habían presentado al menos 14 denuncias, 8 de las cuales estaban en proceso de investigación y 4 habían sido remitidas a la Fiscalía. Además, se ejecutaron 2 órdenes de captura y búsqueda en relación con casos de trata de personas.
En resumen, la trata de personas sigue siendo un desafío crítico para Honduras, con un impacto significativo en la vida de las víctimas, especialmente niños y niñas.
Abordar esta problemática requiere un enfoque integral que involucre medidas legales, investigación criminal y la colaboración de múltiples actores tanto a nivel nacional como internacional.
