Son distintos, pero son hábiles y buenos en lo suyo: a lo mejor, resuelven el caso. Foto Netfilx
La habilidad para congeniar gags, acción y no utilizar nunca, jamás, la cámara fija, apoyada en un trípode cuando filma una pelea, y dirigir las dos primeras de El transportador, con Jason Statham, habrán llamado la atención sobre Louis Leterrier, que de repente se encuentra, ahora dirigiendo a Vin Diesel y Jason Momoa en la décima de Rápido y furioso.
Por: Clarín
Y mientras filma en Los Angeles, estrena en todo el mundo Incompatibles 2, dirigiendo a un conocido suyo como Omar Sy (Lupin) para Netflix, con la que ya había realizado tres episodios precisamente de esa serie.
Son, una vez más, los dos policías que no se llevan bien, pero que al final sí, que se contradicen, que se gastan, que no se pelean, pero están detrás de la misma mujer, los que protagonizan esta comedia de acción, con alguna que otra escena de violencia, o más que nada cuerpos decapitados o partidos al medio, lo que lo aleja de ser una película para ver en familia con los chicos.
Al estilo de Arma mortal o 48 horas, dos éxitos del Hollywood de los ’80, se quiere reivindicar o repetir la fórmula de policía blanco y policía afroamericano, aquí afroeuropeo, porque Incompatibles 2 es una realización francesa.
Y ya sabemos que los franceses no han tenido mucho que envidiarle en cuanto al cine de acción policial a Hollywood. La actualidad se cuela en la trama y en los diálogos. Hay personajes fuertemente racistas y fascistas – en la primera película, de 2012, los chistes racistas abundaban-, y Francois, antes de acostarse consentidamente con una mujer, le hace una serie de preguntas “porque ya no es como antes”.
Naturalizar lo políticamente correcto, en pocas palabras y muchas imágenes, porque Incompatibles 2 dura dos horitas.
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