La reunión en El Cairo para alcanzar una tregua entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza concluyó el domingo sin avances concretos, debido a las posiciones inflexibles de ambos bandos tras siete meses de guerra.
Un alto cargo de Hamás afirmó a AFP que la delegación del grupo islamista partió hacia Catar después de que se intensificaron las discrepancias sobre los términos de un acuerdo, que además de una tregua incluía la liberación de rehenes.
No obstante, un grupo regresará a la capital egipcia el martes “para concluir las negociaciones” indirectas con Israel, informó el medio egipcio Al Qahera News, cercano a los servicios de inteligencia, citando una “fuente bien informada”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que aceptar las “exigencias” de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza sería “una terrible derrota para el Estado de Israel” y equivaldría a una “capitular”.
En respuesta, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó a Netanyahu de “sabotear los esfuerzos de los mediadores” para obtener una tregua en el territorio palestino, devastada tras casi siete meses de conflicto.
La guerra estalló el 7 de octubre tras la incursión de comandos islamistas en el sur de Israel, en la que mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance basado en datos israelíes.
Las autoridades de Israel estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecen cautivas en Gaza y que 35 han muerto hasta ahora.
La ofensiva lanzada por Israel en respuesta al ataque ya ha dejado 34.683 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud.
El dirigente israelí también anunció el cierre en el país de la cadena de noticias catarí Al Jazeera por su cobertura de la guerra en Gaza.
El canal tachó la decisión de “criminal” y anunció que “recurrirá a todas las vías legales disponibles” para revertir la situación.
Reunión “de urgencia”
La última propuesta de tregua que los mediadores internacionales –Catar, Egipto, Estados Unidos– presentada a finales de abril a Hamás prevé un cese de los combates por 40 días y un canje de rehenes israelíes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre a cambio de palestinos presos en Israel.
Unas horas antes de que se reanudara el domingo el segundo día de negociaciones en la capital egipcia, un dirigente de Hamás insistió en que el movimiento islamista no aceptaría “bajo ninguna circunstancia” un acuerdo que no incluiría explícitamente el fin de la guerra.
“Cuando Israel muestra su buena voluntad, Hamás persiste en sus posiciones extremas, entre las que destaca su exigencia de retirada de nuestras fuerzas de la Franja de Gaza, el fin de la guerra y la preservación de Hamás. Israel no puede aceptar eso”, declarado por su parte Netanyahu en una reunión de gabinete.
El Foro de Familiares de Rehenes pidió a Netanyahu que ignorara “la presión política” y aceptara un acuerdo que permitiera liberar a los rehenes.
Israel no estuvo presente en las negociaciones de El Cairo.
El jefe de la CIA, William Burns, sí participó en las negociaciones, según medios de comunicación estadounidenses.
Una fuente conocedora de las conversaciones afirmó que se dirige ahora a Catar para una “reunión de urgencia” con el primer ministro Mohamed bin Abdulrahman al Thani “ante la ausencia de avances”.
Cierre de paso fronterizo
Israel, que al igual Estados Unidos y la Unión Europea califica a Hamás como organización terrorista, se opone al alto fuego definitivo e insiste en lanzar una ofensiva terrestre contra Rafah, por considerarla el último bastión de los comandos islamistas.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, se opone a una invasión de esa ciudad palestina en el extremo sur del territorio, donde se hacinan 1,2 millones de personas, la mayoría desplazadas por la guerra.
Una operación terrestre en Rafah, además de tener graves consecuencias para la población, comprometería la ayuda humanitaria que entra en la Franja, en su mayoría por esta ciudad en la frontera con Egipto, y que ya resulta insuficiente para los 2,4 millones de gazatíes. .
“Queremos un cese el fuego y que Gaza vuelva a ser como era, o incluso mejor”, dijo Umm Jami al Ghussein, una desplazada de la ciudad.
El ejército israelí anunció el domingo el cierre del paso de Kerem Shalom que da acceso a la Franja de Gaza –y por donde ingresa la ayuda humanitaria– tras un ataque de cohetes, reivindicados posteriormente por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedín. al-Qasam.
Y en plena crisis humanitaria, las relaciones entre Israel y la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) siguen deterioradas desde que Israel acusó a una docena de sus empleados de haber participado en el ataque de octubre.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció este domingo que las autoridades israelíes le “negaron -por segunda vez [desde que comenzó la guerra]- la entrada a Gaza”.