Tras la matanza de 18 personas en un tiroteo en Lewiston, Maine, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris presionaron a congresistas republicanos para avanzar con leyes para restringir armas de asalto.
Por El Diario de NY
Tras el tiroteo en Lewiston, Maine, que dejó 18 muertos y 13 heridos, el presidente Joe Biden volvió a pedir congresistas republicanos apoyar algún proyecto de ley contra las armas de asalto.
“Tras otra tragedia más, insto a los legisladores republicanos en el Congreso a cumplir con su deber de proteger al pueblo estadounidense”, dijo Biden en un comunicado.
El mandatario hizo énfasis en medidas que prohiban las armas de asalto, como las AR-15, además de los cargadores de alta capacidad y aceleradores de disparos.
“Que trabajen con nosotros para aprobar un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, promulgar verificaciones universales de antecedentes, exigir el almacenamiento seguro de las armas y poner fin a la inmunidad de responsabilidad de los fabricantes de armas”, agregó.
También la vicepresidenta Kamala Harris pidió al Congreso apoyar cambios en leyes, además de asegurar que restricciones no van contra la Segunda Enmienda.
“Es una falsa opción sugerir que debemos elegir entre defender la Segunda Enmienda o aprobar leyes razonables de seguridad de armas para salvar vidas”, dijo Harris. “El Congreso puede y debe hacer que la verificación de antecedentes sea universal; aprobar leyes de bandera roja; prohibir los cargadores de alta capacidad, y renovar la prohibición de las armas de asalto”.
El presidente inició su mensaje lamentando las muertes y las personas heridas.
“Jill y yo oramos por los estadounidenses que perdieron la vida, por aquellos que aún se encuentran en cuidados críticos y por las familias, los sobrevivientes y los miembros de la comunidad que sufren conmoción y dolor”, dijo.
Una expresión similar fue enviada en comunicado por la vicepresidenta Harris.
“Doug y yo nos unimos al presidente y a la Dra. Biden para llorar a quienes murieron, orar por los muchos que resultaron heridos y llorar por las que vidas cambiaron para siempre”, dijo Harris.
El presidente recordó que puso a disposición del gobierno de Maine a personal de agencias federales, incluido el FBI, para localizar al sospechoso Robert Card.
