La posible adhesión de Ucrania a la Unión Europea podría tener un impacto de entre 110.000 y 136.000 millones de euros en el presupuesto del bloque, según un nuevo informe del think tank Bruegel.
Por Euronews
El impacto económico de la adhesión de Ucrania a la UE podría representar entre el 0,10% y el 0,13% del producto interior bruto (PIB) del bloque.
La proyección utiliza las normas existentes y el diseño del presupuesto 2021-2027 para calcular cuánto dinero le correspondería a la nación devastada por la guerra en el caso de que se convierta en miembro de la UE. Ucrania fue declaradacandidata por primera vez en junio de 2022 y recibió el visto bueno para las negociaciones de adhesión en diciembre de 2023.
Las conclusiones del informe del think tank excluyen los enormes costes de la reconstrucción, estimados en al menos 450.000 millones de euros durante la próxima década, y asumen que Ucrania recuperaría finalmente todos los territorios del Este que las tropas rusas han ocupado.
Bruegel prevé que Kiev tendría derecho a:
- 85.000 millones deeuros de la Política Agrícola Común, el enorme paquete de subvenciones a los agricultores del bloque. Como el programa se aplica en función de las hectáreas (tierras cultivadas), Ucrania, con su poderoso sector agrícola, se convertiría en el mayor beneficiario.
- 32.000 millones de euros de la Política de Cohesión, que financia proyectos de desarrollo. La asignación de fondos de cohesión tiene un tope del 2,3% del PIB de un Estado miembro. Sin este tope, Ucrania tendría derecho a unos 190.000 millones de euros, seis veces más.
- 7.000 millones deeuros de otros programas.
En total, Ucrania recibiría unos 136.000millones de euros (a precios corrientes) a lo largo de un periodo presupuestario de siete años. Esta cifra es muy inferior a los 186.000 millones de euros que el ‘Financial Times’ estimó en octubre basándose en un estudio filtrado elaborado por el Consejo de la UE.
Si Ucrania no logra recuperar los territorios, el coste disminuiría
Sin embargo, si el país no logra recuperar el Este ocupado y sufre una reducción permanente de su territorio, población y recursos económicos, Bruegel calcula que la asignación bajaría a 110.000 millones de euros.
La adhesión de Ucrania «apenas cambiaría» la relación entre pagadores netos y beneficiarios netos del presupuesto de la UE, pero sin embargo provocaría una remodelación tangible de las asignaciones presupuestarias. Incluso si el país lograra una sólida recuperación tras la guerra, seguiría siendo considerablemente más pobre que el Estado más pobre de la UE, Bulgaria, y probablemente que los de los Balcanes Occidentales.
Como consecuencia, el PIB per cápita de la UE se reduciría, lo que provocaría cambios en la distribución de los fondos de cohesión a cada región elegible, según Zsolt Darvas, investigador principal de Bruegel y uno de los autores del informe. Además, la brecha de riqueza podría estimular una emigración de entre tres y seis millones de ucranianos a otras naciones europeas en busca de salarios más altos y seguridad laboral.
«Si la media baja, significa que algunas regiones de la UE que actualmente se encuentran en la categoría más baja podrían ascender a las regiones en transición y algunas regiones en transición podrían ascender a regiones más desarrolladas», explicó Darvas a ‘Euronews’.
«También descubrimos que los actuales países de la UE obtendrían unos 24.000 millones de euros menos de los fondos de cohesión, simplemente por el impacto mecánico de Ucrania».
Darvas señaló que el aumento presupuestario sería «relativamente modesto» y, por tanto, «factible», pero insistió en que las proyecciones eran estrictamente «hipotéticas», ya que se espera que el bloque se replantee sus normas internas y su toma de decisiones antes de seguir ampliándose hacia el Este.
Un riesgo oculto
Además de analizar las implicaciones financieras de la adhesión de Ucrania, el informe presenta una serie de sugerencias políticas para garantizar un aterrizaje suave.
Por ejemplo, Bruegel recomienda que el bloque ofrezca un proceso de ampliación gradual que permita a Ucrania disfrutar progresivamente de las ventajas de la UE, como suprimir las tarifas de itinerancia y permitir los pagos en euros. Esto, a su vez, incentivaría a Kiev a comprometerse con las grandes reformas necesarias para desbloquear los 35 capítulos de las negociaciones de adhesión.
Pero, advierte Bruegel, la transición esconde un riesgo mayor: Ucrania, una vez dentro del bloque, podría caer en un momento dado en un retroceso democrático, como ocurrió con Hungría y Polonia.
Los funcionarios de Bruselas han gastado una energía inconmensurable tratando de contener el declive del Estado de derecho en estos dos Estados miembros, llegando incluso a congelar los fondos de la UE. El prolongado estancamiento también inspiró cambios en el marco de la ampliación, haciendo que el capítulo sobre derechos fundamentales fuera el primero y el último en cerrarse y añadiendo un principio de reversibilidad para detener las conversaciones si un candidato da marcha atrás en sus progresos.
Darvas reconoce que el punto de partida de Ucrania es «muy, muy débil», ya que el país se enfrenta a una mala calidad de gobierno, altos niveles de corrupción y la arraigada influencia de los oligarcas. La ley marcial en curso ha alterado el equilibrio de poder entre las instituciones y aún no está claro cuándo terminará y qué efectos tendrá después.
«La cuestión crucial es qué pasará con el Estado de derecho y la democracia en Ucrania», dijo Darvas, «es una tarea difícil, pero depende, sobre todo, de Ucrania».
Consciente de un posible giro de 180 grados de Kiev, el informe sugiere que la UE innove y diseñe nuevas disposiciones legales que puedan garantizar el respeto de los derechos fundamentales antes y después de la adhesión. Estos instrumentos innovadores podrían incluirse en el tratado de adhesión que Ucrania firmaría con el bloque y que ratificarían todos los parlamentos nacionales.
En este tratado «debería haber una cláusula según la cual, si el país no cumple ciertos indicadores de referencia mientras es miembro de la Unión Europea, se puede suspender su derecho de voto de una forma mucho más rápida de lo que es posible actualmente en la UE», dijo Darvas, refiriéndose al procedimiento del artículo 7, que sólo se ha activado contra Hungría y Polonia pero nunca se ha llevado a sus fases más radicales.
«Además, el acceso a los fondos de la UE podría suspenderse de forma mucho más rápida. Así que creo que hay una opción legal para proteger mejor a la UE del retroceso del Estado de derecho y la corrupción.»