La ciudad de Tapachula, en la frontera sur de México, terminó 2023 con la mayor inflación del país, un fenómeno que se ha exacerbado por el flujo migratorio sin precedentes, según advirtieron este viernes organizaciones empresariales.
Tapachula, en el límite del estado mexicano de Chiapas con Guatemala, tuvo una tasa de inflación del 7,17 % anual, por encima del 4,66 % de México a nivel nacional, según el mapa de precios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cámaras empresariales señalaron a EFE que el ingreso de cientos de miles de migrantes de distintos países del mundo a la frontera sur de México han propiciado una escalada de precios en los productos de la canasta básica, transporte, alimentos y rentas de viviendas.
Nicolás Castañeda Javier, presidente en Tapachula de la Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra), indicó que es necesario permitir que los migrantes avancen porque la frontera sur se ha convertido en uno de los puntos de mayor flujo en el mundo.
“Hemos pugnado mucho, porque las personas que están aquí van de tránsito, ellos quieren la agilidad de los trámites migratorios, hemos dicho que se agilicen sus trámites en los lugares, espacios y condiciones pertinentes para que no haya descontento social con la ciudadanía”, comentó.
Una ola de inflación en medio de una ola de migración
México y Centroamérica afrontaron en 2023 un flujo migratorio “sin precedentes” hacia Norteamérica, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 6.000 migrantes diarios que llegaban a la frontera del sur mexicano en el punto más álgido, de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ante la demanda, productos como azúcar, huevo, pollo, carne y abarrotes en general se encarecieron desde mediados el año pasado, expuso Jorge Echeverría Cruz, secretario general de los Comerciantes en Pequeño y de la Unión de Trabajadores No Asalariados de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares de Tapachula.
El líder de los pequeños comerciantes manifestó que la llegada de los extranjeros a Tapachula fue “un caos”.
“Francamente, nunca habíamos sufrido tanto aumento de la canasta básica, principalmente del arroz y huevo, que subió alrededor de un 60 % de lo que realmente era el precio natural”, comentó.
Echeverría Cruz también denunció que dueños de casas se aprovecharon al cobrar de 1.000 a 1.500 pesos mensuales (entre 58,3 y 87,5 dólares) de alquiler para lugar en el que viven hasta 10 migrantes a la vez en lo que esperan sus trámites ante las autoridades migratorias mexicanas.
Migrantes también padecen los precios
La inflación también impacta a migrantes como la cubana María de Caridad Rodríguez, quien paga 1.700 pesos al mes (casi 100 dólares) por su alquiler, por lo que a veces no compra toda la canasta básica porque solo gana 100 pesos diarios (unos 5,83 dólares) en su trabajo.
“Gasto más en alimentos, arroz, frijol y el aceite, que son productos caros, porque estoy trabajando particular y me pagan 100 pesos diarios y no me da para la renta, si rento no puedo comer”, narró.
Aún así, expresó que prefiere quedarse en México, por lo que está gestionando su trámite ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno.
“Me voy a quedar aquí porque está mejor que mi país, actualmente estoy en trámite de documentos de Comar”, contó.
Yin Rafael, migrante de Venezuela que va de paso por la frontera sur, aseguró que desde su país ha enfrentado el encaramiento de la canasta básica y Tapachula no es la excepción.
“Nosotros (gastamos) en comida nada más, porque no compramos ropa u otra cosa, ve cómo andamos. En hospedaje, nos quedamos en un hospedaje ahí, entre todos cooperamos para poder dormir en una habitación”, expuso.