El número de personas que han dejado sus hogares en Gaza a causa de los ataques israelíes se eleva ya a 1,4 millones, casi dos tercios de los 2,2 millones de personas que habitan la franja palestina, indicó hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.
En su informe diario sobre la situación en Israel y los territorios palestinos desde el estallido del conflicto el 7 de octubre, la oficina de coordinación señala que unos 544.000 de estos desplazados se guarecen en refugios de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA).
Más de 100.000 se encuentran en iglesias de la ciudad de Gaza, hospitales y otros edificios públicos, de acuerdo con el informe, que sitúa los fallecidos en la franja desde el inicio de las hostilidades en 4.137 (352 más que ayer), según cifras del Ministerio de Salud gazatí.
Naciones Unidas alerta del hacinamiento en muchos de los lugares de acogida de refugiados, y subraya que en algunos de ellos sólo se puede entregar un litro de agua por persona tanto para consumo como para higiene y otros usos (el mínimo según los estándares internacionales deberían ser 15 litros).
“Este hacinamiento y falta de suministros básicos han disparado las tensiones entre desplazados”, destaca el informe diario de Naciones Unidas, que reconoce no tener información sobre la situación de muchas personas refugiadas en el norte de Gaza, la zona en la que se centran buena parte de los ataques israelíes.
Junto a los 4.137 fallecidos en Gaza (1.661 niños y 908 mujeres de acuerdo con las autoridades palestinas) los ataques han causado 13.162 heridos, indica el informe, que también notifica 82 fallecidos (25 de ellos niños) y 1,425 heridos en Cisjordania.
Los fallecidos en Israel se mantienen en 1.400, con 4.629 heridos, casi todos en los ataques terroristas del 7 de octubre, señala el conteo diario de la ONU, que también informa de un israelí fallecido y nueve heridos en Cisjordania.
Naciones Unidas subraya que al menos un millar de personas están desaparecidas en la franja de Gaza, posiblemente entre los escombros de los edificios destruidos por los ataques.
Algunos de ellos podrían seguir vivos, indica el informe, destacando que equipos de rescate de la Defensa Civil Palestina están intentando buscar a esas personas atrapadas “pese a los continuos ataques aéreos, la escasez de combustible para sus vehículos y equpamientos, y limitada o inexistente conexión vía móvil”.
El informe recuerda que Gaza ha vivido diez días consecutivos de completo asedio, con los pasos fronterizos de Rafah (Egipto), Erez y Kerem Shalom (Israel) completamente cerrados.
Ello impide la entrada de ayuda humanitaria, pese a que camiones supervisados por la ONU con 3.000 toneladas de suministros permanecen en territorio egipcio a la espera de luz verde para poder llegar a la franja, algo que las agencias humanitarias esperan que pueda producirse hoy sábado.
Según cifras del Ministerio de Vivienda gazatí, un 30 % de las viviendas residenciales en la zona han sido atacadas: cerca de 13.000 han quedado destruidas, otras 9.000 son inhabitables, y 121.000 más sufren daños entre leves y moderados.
“Vecindarios enteros ha quedado destruidos”, subraya Naciones Unidas.
El informe recuerda, citando cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que Gaza ha sufrido 62 ataques a instalaciones sanitarias, incluyendo 19 hospitales y 23 ambulancias, con al menos 16 trabajadores sanitarios fallecidos, mientras que se han visto afectados 193 colegios y otros edificios educativos.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones UNidas (PMA) subraya que tres de las cinco panaderías que gestiona para elaborar uno de los principales alimentos básicos para la población han dejado ya de funcionar debido a falta de ingredientes y de combustible.
Otra de estas panaderías cerró por los daños causados por un ataque israelí el miércoles, y en el territorio se calcula que la harina podría acabarse en cuestión de cinco días, concluye el informe.