Tegucigalpa – La marcha del 1 de mayo en Honduras se vio eclipsada por la presencia abrumadora de políticos que aprovecharon el evento para obtener visibilidad mediática.
Desde precandidatos presidenciales hasta altos funcionarios del gobierno, se adueñaron de los reflectores, desviando la atención de la verdadera razón de la conmemoración: el Día Internacional del Trabajador.
Este año, los políticos parecieron olvidar el significado detrás de la fecha y se lanzaron ávidamente a captar la atención de los medios y la multitud.
La marcha, que originalmente pertenecía a los trabajadores, se convirtió en un escenario político, generando cuestionamientos sobre quién realmente tiene derecho a reclamar ese espacio.
A pesar de los intentos de algunos políticos por desvincular la marcha del 1 de mayo de la política, líderes sindicales como Carlos H. Reyes reafirman que este evento es inherentemente un espacio de los trabajadores.
Aunque reconocen la inevitable presencia política en las luchas sociales, insisten en la importancia de mantener la distinción entre los objetivos políticos y las reivindicaciones laborales.
En última instancia, la marcha del 1 de mayo sigue siendo una celebración cívica abierta a todos los hondureños, pero su esencia como una expresión de los derechos y las demandas de los trabajadores debe preservarse y protegerse.
Salarios equitativos y condiciones laborales justas
Este 1 de mayo, las marchas lideradas por la Central General de Trabajadores (CGT) tendrán un enfoque claro: exigir jornadas laborales dignas y salarios justos. Benjamín Vásquez, secretario adjunto de la CGT, destacó la importancia de preservar los derechos ganados durante la histórica huelga general de 1954.
Mientras tanto, desde el Gobierno hondureño se estima que al menos 500 mil personas participarán en estas movilizaciones.
Rafael Alegría, subdirector del Instituto Nacional Agrario (INA), rechazó las afirmaciones sobre la politización de las marchas, aunque reconoció el apoyo histórico de las fuerzas políticas a la clase trabajadora.
Aseguró que estas manifestaciones son una celebración cívica abierta a todos los hondureños.