Los países de la Unión Europea renovaron este miércoles durante seis meses las sanciones a individuos y entidades rusos por la invasión de Ucrania, entre ellos al presidente Vladímir Putin y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Las medidas restrictivas también afectan, entre otros, al líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, a los responsables de las matanzas en las ciudades ucranianas de Bucha y Mariúpol, a los responsables de la deportación de niños ucranianos a Rusia, a oligarcas y a diputados de la Duma (Parlamento).
En total, la UE ha sancionado a casi 1.800 personas y entidades, que tienen prohibido entrar al territorio comunitario y tienen congelados los bienes y activos en la UE.
Los Veintisiete ya renovaron la semana pasada las sanciones económicas a Rusia que incluyen restricciones al comercio, las finanzas, la tecnología y los bienes de doble uso (civil y militar), la industria, el transporte y los artículos de lujo.
También abarcan la prohibición de la importación o transferencia de petróleo crudo transportado por mar y determinados productos petrolíferos de Rusia a la UE, la eliminación del sistema internacional SWIFT de varios bancos rusos y la suspensión de las actividades de radiodifusión y de las licencias de varios medios de desinformación respaldados por el Kremlin.
Los estados miembros de la UE acordaron también este miércoles endurecer las sanciones contra Bielorrusia por ayudar a Moscú en su invasión de Ucrania, y por la represión de la oposición local, indicaron fuentes oficiales.
España, que desempeña la presidencia semestral del bloque, indicó que los embajadores de la UE acordaron en una reunión nuevas medidas, que incluyen privar a más funcionarios bielorrusos de visados para entrar en el territorio comunitario, y congelarles sus activos.
Varios diplomáticos europeos dijeron a la agencia de noticias AFP que otras de las sanciones apuntan a restringir la exportación de materiales que puedan tener un uso militar, y detener igualmente la exportación de material aeronáutico a Bielorrusia.
El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, es el más estrecho aliado del presidente ruso, y prestó el territorio de su país para que las tropas rusas entraran en Ucrania en los primeros compases de la invasión, lanzada en febrero de 2022.
La UE ya impuso varias rondas de sanciones al régimen de Minsk, por la represión ejercida contra la oposición desde el año 2020 y por su papel en la guerra de Ucrania.
En virtud de dichas sanciones, el propio Lukashenko y decenas de personalidades afines a su régimen tienen prohibida la entrada a la UE y sus activos fueron congelados.